Dios nos Bendice para poder Bendecir a Otros

“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno”.

Nadie se sacrificó como la Iglesia primitiva. En Hechos 2:44-45, la Biblia dice, “Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.” (NVI). Estos primeros cristianos no solo dieron su dinero. Fueron generosos con todo lo que tenían. Se podría decir que fueron radicalmente generosos.

¿Qué pasaría a través de nuestras iglesias si fuéramos tan radicalmente generosos? La Biblia dice que somos mayordomos o administradores de todo lo que Dios nos ha dado. Somos responsables de utilizar nuestros recursos de una manera que impacte al Reino.

Dios no solo te da recursos para tu propio disfrute, sino para marcar la diferencia en el mundo que te rodea. Dios nunca nos bendice solo para acomodarnos en lo que tenemos. Él nos bendice para que podamos bendecir a otros.

Esa es una verdad con esperanza y alentadora para recordar a medida que nos acercamos a la Navidad. Encuentra formas de ser radicalmente generoso y haz de esta temporada un momento significativo para las personas que Dios ha colocado estratégicamente en tu vida.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo cambiaría tu vida si fueras radicalmente generoso? ¿Cómo se vería eso?

• Cuando luchas con generosidad, ¿qué cosas te hacen dudar de dar más?

• ¿Qué paso puedes dar ahora que sabes que Dios nos bendice para que podamos bendecir a los demás?


Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.