“Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos”. Juan 10:9 (NTV)
No es necesario estar tras las rejas para estar en prisión. ¿Por qué? Porque la prisión más común está en la mente.
Una relación puede ser una prisión cuando te hace sentir atrapado. La deuda puede ser una prisión sofocante de la que no crees que puedas escapar. Una tradición puede ser una prisión porque te encierra y no te deja abrazar la libertad que Dios quiere que tengas. Un recuerdo doloroso puede encerrarte tras las puertas de acero del dolor. La depresión, el cansancio y la vergüenza también pueden ser prisiones.
¡La buena noticia es que Dios quiere liberarte!
Dios quiere que seas libre. Cuando abre puertas, son caminos hacia algo bueno. Pero antes de que Dios pueda llevarte a donde quiere que vayas, tiene que sacarte de las prisiones en las que estás.
¿Cómo lo hace?
Primero, sacude las cosas. Cuando Pablo y sus amigos estaban en prisión en Hechos 16, Dios provocó un terremoto. A veces, Dios tiene que sacudir tus cimientos, particularmente tus creencias fundamentales, para sacarte también de la prisión. Él enviará un terremoto a tu vida para sacudir esas creencias para que estés listo para la libertad que Él quiere darte.
Segundo, te conecta con el poder de la resurrección. De eso se trata la Pascua. La resurrección de Jesús es el evento más poderoso de la historia. Dios pone ese poder a tu disposición todos los días.
Pablo dice en Efesios 1:19-20: “También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales” (NTV).
El mismo poder que abrió la tumba de Jesús abrirá las puertas de la prisión que te están frenando. ¡Esa es la verdadera libertad! Solo tienes que creer y confiar en que Dios te proveerá de esta manera.
Durante los próximos tres días, compartiré tres maneras específicas en las que Jesús quiere traerte libertad.
Reflexiona sobre esto:
¡La libertad de Dios está disponible para ti hoy!
Si estás listo para recibir a Jesucristo como Señor, ¡entonces no hay razón para esperar! Puedes hacer esta oración hoy:
“Padre, tú prometiste que para aquellos que creen en Jesús, no hay condenación. Tú enviaste a tu hijo Jesús para salvar al mundo, para salvarme a mí. Su muerte en la cruz pagó por cada mal que he hecho o haré. Y al sacrificarse por mis pecados y darme Su justicia, hizo posible que yo tenga una relación contigo.
Pero entiendo que las buenas noticias de la Pascua no se detienen ahí. También resucitaste a Jesús de entre los muertos, demostrando Tu poder sobre el pecado y la muerte. Y eso me hace posible pasar la Eternidad contigo en el Cielo.
¡Gracias por todo lo que has hecho por mí! Confieso mi pecado y acepto a Jesús como mi Salvador y Señor. Hoy te entrego cada parte de mi vida. Quiero usar el resto de mi vida para servirte. Te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el nombre de Jesús oro. Amén”.
“Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”. Lucas 18:27 (NVI) Quizás…
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“Dios hizo todo hermoso en su tiempo, luego puso en la mente humana la noción…
You don’t become wise just because you hear something that’s wise. You’ve got to remember…
“Dios mío, tú nos diste tus instrucciones para que las obedeciéramos fielmente”. Salmo 119:4 (PDT)…
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