Dios es Bueno, Incluso Cuando Estás Sufriendo
por Rick Warren — Julio 15, 2023
Probablemente hubo muchas veces que has orado por algo y Dios no respondió de la manera que querías, o sientes que no respondió en absoluto.
¿Significa eso que la oración no funciona? No, porque la he visto funcionar demasiadas veces. ¿Significa que Dios no es bueno? No, Dios es bueno, tengas dolor o no. ¿Significa que debes renunciar a la oración? ¡No! Dios no es una máquina expendedora y la oración no es un analgésico. No nos ha garantizado una vida sin dolor.
Cuando tienes dolor y oras, pero no ves las respuestas, no te rindas. Tu trabajo es seguir orando y seguir confiando en Dios, porque sabes que todo lo que Él hace y permite en tu vida, lo usará para bien. Dios es un buen padre, incluso cuando estás sufriendo.
Si un médico te hace una cirugía, eso te causará algo de dolor. Pero si esa cirugía te salva la vida, no dirías que el médico fue malo; reconocerías que el dolor que tuviste que soportar te salvó la vida.
Cuando Dios no termina inmediatamente con lo que te causa dolor, te está diciendo en ese momento: “Este dolor puede parecer demasiado. Pero mi gracia es suficiente para ti”.
He tenido mucho dolor en mi vida. Y, de hecho, casi todo lo que he aprendido en la vida, lo he aprendido a través del dolor. Eso es porque Dios está más interesado en hacerme un hombre de carácter que en hacerme sentir cómodo. Dios está más interesado en hacerte un hombre o una mujer de carácter que en hacerte sentir cómodo. Si no tuvieras ningún dolor o dificultad en tu vida, nunca llegarías a la madurez. No sabes que Dios es todo lo que necesitas hasta que Dios es todo lo que tienes.
“«Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues, así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos” Isaías 55: 8-9 (NTV).
Dios quiere el bien para tu vida, incluso más que tú. ¿Confiarás en Él?
Reflexiona sobre esto:
- ¿En qué momento has crecido espiritualmente a través de una experiencia dolorosa?
- ¿Por qué crees que a veces aprendes más sobre ti y Dios en momentos de dolor que en momentos de consuelo?
- ¿Cuál es la oración que crees que Dios aún no ha respondido? Además de la liberación física, ¿qué crees que podría querer que obtengas de la experiencia?