La Biblia está llena con incontables ejemplos de personas obteniendo la visión de Dios, incluyendo Isaías, Jeremías, Daniel, Oseas, Jonás y Miqueas. Tener la visión de Dios para tu vida no es algo loco. Dios a menudo utiliza una imagen mental para clarificar el siguiente paso que él quiere que tomes.

No tengo que explicar esto a las personas que son pensadores visuales. Tal vez, tú seas uno: Cuando lees una historia en la Biblia, puedes ver esa historia en Tecnicolor. Cuando lees un libro, te vas imaginando la historia en tu mente todo el tiempo.

Pero para el resto de nosotros, es un poco más difícil. Yo no soy un pensador visual. Tiendo a pensar en palabras no en imágenes.

Así que, ¿Cómo obtienes la visión de Dios si no eres un pensador visual?

Primero, Haz una pregunta específica a Dios.

En tu tiempo devocional, después de que has leído la Biblia y orado, solo quédate quieto y espera ante Dios. Puedes preguntar, “Dios, ¿Hay algo que quieras decirme?” Y entonces espera. “Dios, ¿Hay algo que debo saber que no me haya dado cuenta?” Y entonces espera.

Santiago 1:5 dice, “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará. Dios es generoso y nos da todo con agrado” (PDT). Dios quiere que le pidas consejo, y él quiere que seas específico. ¡Él está esperando que preguntes!

Segundo, busca en la palabra de Dios para ver lo que Dios quiere decirte.

Salmos 119:18 es un versículo que debes memorizar: “Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley” (NVI). Es un buen versículo para orar mientras abres la Palabra de Dios. Cada respuesta a cada problema que tienes está en ese libro. Pero tienes que leerlo, estudiarlo, memorizarlo y meditar en ello mientras buscas la visión de Dios para tu vida o solo la visión para el día de hoy.

Reflexiona sobre esto: