“Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”. Gálatas 6:2 (NVI)
Cuando atraviesas grandes decepciones en la vida, es natural querer retroceder y aislarse. Quieres manejarlo tú mismo. Deseas mantener en secreto tus pérdidas, fracasos, errores y crisis. Quieres retirarte. ¡Pero esta es una idea terrible!
Cuando pasas por una decepción, es cuando más necesitas a tus amigos. Dios no tiene la intención de que manejes el dolor y el estrés por ti mismo. Lo más sano es aceptar la ayuda de los demás.
Fuimos creados para estar conectados el uno para el otro. Nos necesitamos el uno al otro. Somos seres creados para relacionarnos. Una de las primeras cosas que Dios dijo en el Jardín del Edén fue: “«No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él»” Génesis 2:18 (NTV). Estamos hechos para estar en relaciones.
Job 6:14 dice: “Al amigo que sufre no se le niega la lealtad, aunque se haya apartado del temor al Todopoderoso” (NVI).
Habrá momentos en tu vida en los que sientas tanto dolor que dirás: “¡Ni siquiera creo en Dios en este momento!” Necesitas tener amigos que te acompañen y te animen a creer.
Llegará un momento en que dirás: “No tengo fe en este momento. Estoy lleno de dudas. Ahí es cuando necesitas que tus amigos intervengan y digan: “Está bien. Tendremos fe por ti. Confiaremos en Dios por ti en esto”.
La Biblia dice: “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo” Gálatas 6:2 (NVI). ¿Qué es la ley de Cristo? Es esto: Ama a tu prójimo como a ti mismo. La Biblia nos ordena que nos ayudemos unos a otros. Cada vez que ayudas a alguien que está pasando por dolor, estás cumpliendo con la ley de Cristo.
Tratar de manejar los problemas solo te hará sentir más cansado y estresado. Necesitas aceptar la ayuda de los demás y dejar que tus amigos te guíen, sabiendo que Dios está contigo a través de todo el camino. Él está trabajando en tus circunstancias, incluso cuando no puedes ver lo que Él está haciendo.
Reflexiona sobre esto:
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God made you to be you. He didn’t make you to be what your parents…
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