Deja que la Iglesia te Ayude a Sanar la Herida después de una Pérdida

Cuando tú estás pasando por una temporada de pérdida, necesitas no sólo el apoyo de otras personas, sino que también necesitas la perspectiva de otras personas. Cuando experimentas una pérdida, no ves la imagen completa. Tu dolor reduce tu enfoque y necesitas personas que te ayuden a ver el panorama general. Nos necesitamos desesperadamente en una temporada de pérdida.

Después de liberar tu dolor, es hora de que otras personas te ministren. Que ayuden. Déjalos consolarte. Permíteles ofrecer sugerencias. Deja que se sienten contigo y se aflijan contigo. ¡Y no te avergüences de ello! Esa es una de las razones por las que Dios creó a la Iglesia. Somos una familia, y debemos cuidarnos unos a otros.

Necesitas involucrarte en un grupo pequeño y entrar en el ministerio para que los puentes relacionales estén en su lugar antes de que llegue el tiempo inevitable de la pérdida.

Hace años, cuando nuestra iglesia era mucho más pequeña, una familia asistió a Saddleback por cinco años. Nunca se unieron a la iglesia o tomaron una clase de membresía o pertenecieron en un grupo pequeño o encontraron un ministerio para servir.

En el quinto año de su asistencia, el hombre tuvo una cirugía, y los médicos descubrieron que estaba invadida por el cáncer. Llamaron a la oficina y le dijeron: “¿Puede el Pastor Rick venir a visitarnos?”

Yo estaba fuera de la ciudad, ministrando en otra parte. Les llamé y les dije: “No puedo estar allí, pero dígame el nombre de su pastor laico y quién está en su grupo pequeño. Dime de qué ministerio eres parte. Nombra a cualquier persona de la iglesia que sepas, porque yo me pondré en contacto con ellos, y estoy seguro de que estarán allí en un instante para darte consuelo, orar contigo, animarte, proveer comida – lo que necesites”. Habían asistido durante cinco años, no podían nombrar a una sola persona en la iglesia.

Más tarde salió del hospital, y ellos dejaron la iglesia diciendo: “Esta iglesia no se preocupa por nosotros.” ¡Pero podrían haber construido esos puentes, conexiones y amistades! Todas las oportunidades habían estado allí para desarrollar relaciones para que el fundamento estuviera en su lugar cuando llegara la crisis.

Hebreos 12:15a dice: ” Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios.” (NTV). Para lograrlo a través de una temporada de pérdida, necesitamos que el pueblo de Dios nos ayude.