Decide Manejar tu Mente

 

“Estoy decidido a obedecer tus decretos hasta el final” (Salmo 119:112 NTV).

La razón por la que mucha gente es deficiente en la vida es que ellos nunca aprendieron como pelear la batalla de la mente.

Si quieres aprender a manejar tu mente, tienes que abandonar los pensamientos destructivos. Eso no es fácil, porque hay tres enemigos que evitan que cumplas todas las buenas intenciones de cambian tu vida.

  1. El primer enemigo es tu vieja naturaleza.

Pablo dijo en Romanos 7:23 “Hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí” (NTV).

¿Alguna vez te has encontrado haciendo cosas que no querías hacer? Esa es la batalla en tu mente, entre tu naturaleza vieja y pecaminosa y tus buenas intenciones.

  1. El segundo enemigo es Satanás.

Satanás no te puede obligar a hacer nada, pero puede hacerte sugerencias, y esas sugerencias son increíblemente poderosas. Él constantemente está plantando pensamientos negativos en tu mente. Él usará a otras personas o usará la televisión o simplemente te lanzará un pensamiento en tu mente.

  1. El tercer enemigo es el sistema de valores del mundo.

¿Algo en nuestra sociedad anima la auto disciplina? No mucho. Los comerciales nos dicen, “Mereces un descanso hoy. Hazlo a tu manera. Lo haremos por ti”.

La Biblia nos dice en 1 Juan 2:16 “Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo” (NVI).

Con enemigos como esos, ¡sin duda lucharemos con el desánimo y la desesperación y el error!

Así que, ¿Cómo luchas esta batalla? Mira lo que dice 2 Corintios 10:3-5: “Aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (NVI).

Tienes una elección. Tu mente tiene que escucharte. Dios no te dio solo una mente. ¡Te dio voluntad! El mejor tiempo para ganar la batalla contra la tentación es antes de que comience.

“Estoy decidido a obedecer tus decretos hasta el final” (Salmo 119:112 NTV).

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Crees que seguir las reglas e instrucciones de Dios te dan libertad y te ayudan a disfrutar de tu vida? ¿Por qué o por qué no?
  • ¿Qué usa satanás en tu vida específica y personalmente para mantenerte enfocado en pensamientos y comportamientos destructivos?
  • ¿Qué pasos puedes tomar para memorizar la Escritura para que puedas combatir más efectivamente con la tentación?

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