Debes Elegir Cambiar
por Rick Warren — Diciembre 3, 2024
El cambio requiere tomar decisiones. No es suficiente el soñar con cambiar, no es suficiente desear el cambio. Para que puedas cambiar, tendrás que tomar una decisión, debes elegir cambiar.
El cambio es intencional. ¿Vas a ser diferente en seis meses? ¿Vas a ser mejor dentro de un año? ¿Vas a estar más saludable, más fuerte y maduro? ¿Vas a ser más feliz? ¿Vas a estar con menos deudas? ¿Vas a ser más como Dios quiere que seas?
Puedo darte la respuesta ahora mismo: solo sucederá si decides cambiar, porque no va a suceder accidentalmente.
Requiere que tomes la decisión.
Muchas veces creemos que estamos esperando que Dios nos cambie. ¡No! Dios te está esperando. Él espera que digas: “Sí, Señor, estoy dispuesto a hacer estos cambios”.
Tenemos que tomar la decisión intencionalmente para poder crecer. No hay crecimiento sin cambio, no hay cambio sin pérdida, y no hay pérdida sin dolor. Si vas a crecer, tendrás que cambiar y cambiar significa que dejas ir algunas cosas viejas para aferrarte algunas cosas nuevas.
Es como balancearse en un trapecio, el trapecista se balancea en una barra y luego tiene que extender la mano y agarrar la otra. En algún momento, tiene que soltar una de las barras para agarrar la otra, o no va a poder llegar al otro lado. Si cree que puede aferrarse a ambas barras al mismo tiempo, ¿qué ocurre? Se va a quedar atascado en el medio y se puede caer.
Algunos de ustedes están atrapados en el medio y se están cayendo porque no han dejado ir los viejos patrones, los viejos hábitos y las viejas formas de pensar. Tienes que dejar tus patrones del pasado.
La Biblia dice: “desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño” Efesios 4:22 (NTV). En otras palabras, déjalo ir. Esos viejos hábitos, esos viejos dolores, esos viejos patrones, esos viejos pecados en tu vida, déjalos ir. La Biblia dice que los desechen y confíen en que Dios está obrando en ustedes “Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere” Filipenses 2:13 (TLA).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué cambios has estado esperando que Dios haga en ti? ¿Cuál crees que es tu responsabilidad para que ese cambio suceda?
- ¿De qué forma el rendir cuentas a otros creyentes ayuda a tomar la decisión de cambiar y continuar hasta que el cambio suceda?
- ¿Qué necesitas hacer una vez que tomas la decisión de cambiar? ¿Qué pasos te ayudarán a avanzar?
¿Has confiado en Jesús para tu salvación?
Dios quiere pasar la eternidad contigo, así que El hizo el camino simple para ti: crees y lo recibes. Crees que Jesucristo murió por tus pecados y lo recibes en tu vida. Dios envió a su Hijo a la Tierra para que muriera por ti.
No importa lo que hayas hecho o dónde has estado, tienes un lugar en la familia eterna de Dios, listo y esperando por ti. La invitación está abierta. Solo cree y recíbelo.
¿Estás listo? Aquí esta una oración con la que puedes comenzar:
“Querido Dios, sé que cuando muera voy a rendirte cuentas de mi vida directamente a ti. Confieso que te he ignorado. Sé que he pecado contra ti, y he vivido según mi plan y no el tuyo. Quiero que eso cambie, comenzando ahora mismo. Quiero alejarme de mis pecados y acercarme a ti.
“Gracias por enviar a Jesús a morir por todo lo que he hecho mal para que yo no tenga que recibir el castigo. Sé que no merezco tu perdón. Sé que solo tu gracia puede salvarme, Señor. Nunca podría ser lo suficientemente bueno para entrar en tu perfecta presencia.
“Jesús, gracias por amarme tanto que pusiste toda mi culpa sobre ti mismo. Me hiciste aceptable para el cielo y humildemente te pido que me salves. Te pido que me salves de los pecados y los hábitos que están arruinando mi vida en este momento. Yo creo en ti, Jesús. Creo que mantendrás tu promesa de salvarme al instante y de manera segura, completa y eterna. En el nombre de Jesús. Amén”