Cuidar de tu Cuerpo es un Acto de Adoración

“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios”.  Romanos 12:1 (NVI)

Para que el cambio ocurra en cualquier área de tu vida, ya sea financiera, vocacional, educativa, mental o relacional, tienes que comenzar con lo físico.

¿Por qué? Porque tu cuerpo afecta tu comportamiento. Tus músculos afectan tu estado de ánimo y tu motivación. Tu fisiología puede afectar tu psicología.

Romanos 12:1 dice: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” (NVI).

El problema con un sacrificio vivo es que puede escoger salir del altar. Hacemos esto todo el tiempo. Nos ofrecemos a Dios, y luego nos retiramos. Este no es un ofrecimiento de una vez para siempre. ¡Tienes que hacerlo cuatro, cinco, o tal vez 10 veces al día!

Entonces, ¿cuál es “tu verdadera y adecuada adoración”? Hay tres cosas que puedes hacer con tu cuerpo que la Biblia dice que son actos de adoración:

  1. Limpia tu cuerpo. La Biblia dice en 2 Corintios 7:1: “Limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios” (NTV). Limpias tu cuerpo controlando lo que permites en tu mente a través de lo que miras y escuchas, y en tu cuerpo por lo que comes y bebes.
  2. Cuida tu cuerpo. Efesios 5:29 dice: “Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia” (NTV). Mantener tu cuerpo en forma es un acto de adoración a Dios.
  3. Controla tu cuerpo. “Cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo de una manera santa y honrosa” 1 Tesalonicenses 4:4 (NVI). Controla tu cuerpo para que no te controle. No hay razón para decir: “¡No pude evitarlo!”.

No importa qué tipo de cambio deseas hacer en tu vida, se requiere energía. Para tener la energía para alcanzar tus metas, el cambio tiene que comenzar con tu cuerpo.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué maneras prácticas de honrar a Dios a través de tu cuerpo puedes hacer hoy?
  • ¿En qué cosas pequeñas necesitas trabajar para controlar tu cuerpo? ¿Cuáles son las grandes cosas?
  • ¿Cómo puede Cristo “alimentar y cuidar a la iglesia”? ¿Por qué crees que Dios quiere que hagas lo mismo con tu cuerpo?

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