Si hoy te diera un cheque por mil dólares, ¿me darías las gracias hasta que supieras que se puede cobrar? Cualquiera que me conozca pensaría: “Este es un tipo bastante bueno”. Estoy seguro de que tiene suficiente en su cuenta para cubrirlo. Le agradeceré ahora. “Me agradecerías antes de recibir el dinero en efectivo, y luego llevarías el cheque al banco.

Las promesas de Dios son mejores que cualquiera de nuestras promesas. Antes de que recibamos lo que prometió, podemos decir: “Gracias, Dios, lo que dijiste va a suceder, sucederá”.

Hay un gran ejemplo de esto en el “Salón de la Fama” de Dios en Hebreos 11. ¿Recuerdas a Josué y Jericó, donde las murallas se cayeron? ¿Cómo se cayeron? Hebreos 11:30 dice: “Por la fe cayeron las murallas de Jericó, después de haber marchado el pueblo siete días a su alrededor” (NVI).

El pueblo de Israel iba a la Tierra Prometida, donde se encontraba la poderosa ciudad de Jericó. Dios prometió que iba a dejar entrar a los israelitas en la ciudad y luego les dio su plan: “Quiero que vayan y marchen alrededor de Jericó por siete días. Luego, en el séptimo día, quiero que marchen alrededor de la ciudad siete veces, dándome las gracias por la victoria que va a suceder “. Y cuando lo hicieron, las murallas simplemente cayeron. ¡Dios hizo lo que prometió!

A menudo he pensado, “¿Qué hubiera pasado si yo hubiera sido una de esas personas que marcharon alrededor de las murallas durante siete días?” Algunas personas debieron mirar las murallas, cada vez más preocupadas y preguntarse cómo Dios podría derrumbarlas. Pero muchas de esas personas tenían fe y todos los días miraban las murallas y pensaban en lo que Dios podría hacer y le agradecían de antemano.

Este es el tipo de vida que Dios quiere que vivas, el tipo de vida de agradecerle a Dios con anterioridad. Jesús habló sobre esto en Marcos 11:24: “Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.” (NVI).

Cuando le pides algo a Dios, si no crees, ¿para que lo pides? Es un ejercicio vacío. Pero si oras y le pides a Dios por algo, Jesús dijo, cree que él lo hará. Agradécele de antemano por lo que solo él puede hacer. Y luego mira cómo responde tu oración.