“Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos”. 2 Corintios 1:8-9 (NVI)
Todo el mundo experimenta problemas en el trabajo. Pero a veces esos problemas siguen creciendo hasta el punto en que se vuelven abrumadores y sientes que ya no puedes más.
¿Qué haces entonces? Haz lo que hizo Pablo cuando estaba abrumado.
Recuerda, Pablo era un apóstol de Jesucristo y viajó por todo el mundo para compartir las buenas nuevas. Él dice en 2 Corintios 1:8-9: “Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones que sufrimos en la provincia de Asia. Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos” (NVI).
Cuando experimentas un problema en el trabajo que es tan abrumador que crees que te vas a dar contra la pared, debes hacer tres cosas.
Primero, entrega el problema a Dios a través de la oración. Puedes decir como lo hace Pablo: “Dios, estoy abrumado. Me siento impotente. Estoy confundido. Siento que no voy a salir adelante”. Clama a Dios y entrégale el problema.
En segundo lugar, asegúrate de estar en un grupo pequeño. En el pasaje de 2 Corintios, se usa la palabra “nosotros” y todo el pasaje está en plural. Cuando Pablo estaba pasando por una circunstancia abrumadora en su trabajo, no estaba solo. Al igual que Pablo, necesitas compañeros creyentes con los que puedas contar. Específicamente, necesitas tener un grupo pequeño de amigos que estudien la Biblia contigo todas las semanas, oran contigo y por ti regularmente y te animen cuando estés pasando por un momento difícil en el trabajo.
Tercero, recuerda que Dios usa a las personas en el trabajo para enseñarte a amar. La Biblia dice en 1 Corintios 16:14, “Hagan todo con amor” (NVI). En el trabajo, y en cada área de tu vida, a medida que aprendes a llevarte bien con otras personas, en realidad estás aprendiendo a amar. Y aprender a amar es de lo que se trata la vida.
¿Cuáles son algunas formas prácticas de aprender a amar a las personas en el trabajo? Trata a tus compañeros de trabajo como quieres que te traten a ti. Muestra a tus compañeros de trabajo que amarlos es más importante para ti que cualquier habilidad laboral. Y, no importa lo difícil que se ponga el trabajo, procura amar a los demás como Jesús.
Recuerda, cuando el trabajo se vuelve abrumador, debes orar, apoyarte en tu grupo pequeño y hacer todo tu trabajo con amor.
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