Cuando Dios te delega, Él te Unge
por Rick Warren — Marzo 23, 2019
Dios nunca te pide que hagas algo sin proporcionar lo que necesitas para hacerlo. La unción es una señal de que Dios te está equipando para cumplir una tarea que te ha asignado. Cuando te delega una tarea, un plan o una estrategia, te dará poder.
Al igual que una lámpara no brilla a menos que esté conectada, tu luz no brilla a menos que estés conectado a una fuente de poder. No puedes cumplir el propósito para el que fuiste creado apartado del poder de la resurrección del Espíritu Santo. Jesús dijo: “separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15: 5 NVI).
Si quieres que el poder de Dios obre a través de tu vida, necesitas entender lo que significa tener su unción y tener algunas cosas en mente.
- Cuando Dios dice que lo hagas, puedes contar con Su unción. La última asignación de Jesús a sus discípulos fue imposible. No había forma de que pudieran llevar el Evangelio a los confines de la tierra. Solo podía suceder con Su poder. Dios a menudo te dará una tarea que parece físicamente imposible, pero Él lo hará posible.
“El que los llama es fiel, y así lo hará” (1 Tesalonicenses 5:24 NVI).
- La unción de Dios facilita las tareas difíciles. Tus recursos son limitados. Tu energía es limitada. Tu conocimiento es limitado. Tu sabiduría es limitada. Tu talento es limitado. Dios no lo es. Con la unción de Dios, puedes manejar las cosas mejor, perdurar más y llegar más lejos.
“Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu” (Efesios 3:16 NTV).
- La unción de Dios hace posible lo imposible. En tu negocio, matrimonio, salud y relaciones, enfrentarás problemas insuperables. Dios es un padre competente. Él puede manejar cualquier problema que le des. Nada está más allá de su capacidad o de sus recursos.
“Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios” (Lucas 18:27 NVI).
- Dios unge tu vida para bendecir a otros. Jesús vino a consolar a los afligidos, a los quebrantados de corazón, a los que están esclavizados por los malos hábitos, a los que no saben cómo salir de la deuda y a los ciegos. Y Él también te unge para consolar a los demás.
“Y saben que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder. Después Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que eran oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38 NTV).
- Para cada nuevo desafío, necesitas un nuevo poder de Dios. La unción por el Espíritu Santo no puede ser almacenada. No puedes manejar los problemas de hoy con la unción de ayer. Ciertamente no puedes manejar los problemas que tendrás mañana, la próxima semana y el próximo año con la unción de ayer. Mantente conectado con Dios para que Él pueda llenarte constantemente con su gracia, amor y poder. Pide la unción de Dios cada día.
Santiago 4:2 dice: “ No tienen, porque no piden” (NVI).
Reflexiona sobre esto:
- Si crees que Dios quiere bendecir tu vida, ¿qué le pedirías?
- ¿Tratas de cumplir tus tareas basado en tu propio poder o en el poder de Dios? ¿Qué diferencia hace esto?
- ¿De qué manera ves cómo Dios te ha ungido, es decir, te ha equipado para cumplir cualquier tarea que te ha asignado?