Cristianismo: Adoptado en la Familia
por Rick Warren — Noviembre 16, 2023
La mayoría de la gente piensa que el cristianismo es un sistema de creencias. Es cierto que el cristianismo incluye creencias, pero es mucho más que eso. Se trata de pertenencia y conexión. Cuando eres cristiano, perteneces a la familia de Dios y estás conectado al cuerpo de Cristo.
Solo hay dos formas de ser parte de una familia: puedes nacer en ella o ser adoptado. Ambas frases se usan en la Biblia para explicar lo que significa ser traído a la familia de Dios. Eres “nacido de nuevo” en la familia de Dios, y eres “adoptado” en la familia de Dios.
Una vez que naces, no puedes no nacer. Tu relación con tus padres puede estar rota, pero sigues siendo su hijo. De la misma manera, una vez que naces de nuevo en la familia de Dios, no puedes dejar de nacer. ¡Tú permaneces en la familia de Dios!
Dios también dice que eres adoptado en su familia. De acuerdo con la ley romana en la época del Nuevo Testamento, las personas podían repudiar a los niños que habían dado a luz. Pero si adoptaban niños, se les prohibía repudiarlos. Dios dice que no solo has nacido de nuevo en su familia, sino que te ha adoptado, y de ninguna manera te repudiará. ¡Esas son buenas noticias!
Puedes preguntar, “¿En serio? No importa lo que haga, ¿Dios no me dejará ir? ¡Sí, no importa lo que hagas!
Cuando te vuelves parte de la familia de Dios, te vuelves parte de su iglesia. La iglesia no es algo a lo que asistes; es algo a lo que perteneces. La Biblia dice: “quiero que sepas cómo se debe vivir en la familia de Dios. Esa familia es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad” 1 Timoteo 3:15 (PDT).
Romanos 15:6-7 dice: “Entonces todos ustedes podrán unirse en una sola voz para dar alabanza y gloria a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria” (NTV).
Así como eres un hijo de Dios para siempre, eres parte de su familia más grande, la iglesia, para siempre. Ese ha sido el plan de Dios todo el tiempo: ¡hacerte parte de su familia para siempre!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son los beneficios de pertenecer a la familia de Dios?
- ¿Cuál es la evidencia en tu vida de que perteneces a la familia de Dios?
- ¿Cómo puedes usar tus dones y habilidades para servir al cuerpo de Cristo y mostrarle al mundo lo que significa pertenecer a la familia de Dios?
No importa lo que hayas hecho o dónde hayas estado, tienes un lugar listo y esperándote en la familia eterna de Dios. La invitación está abierta. Solo cree y recibe.
¿Estás listo? Aquí hay una oración con la que puedes comenzar:
“Querido Dios, sé que cuando muera, te daré cuenta de mi vida. Sé que he pecado contra ti y he vivido según mi plan, no el tuyo. Quiero que eso cambie, comenzando ahora mismo. Quiero alejarme de mis pecados y volverme hacia ti.
Gracias por enviar a Jesús a morir por todo lo que he hecho mal, para no tener que pagar la condena. Sé que no merezco tu perdón. Sé que solo tu gracia puede salvarme, Señor. Nunca podría ser lo suficientemente bueno para entrar en un lugar perfecto.
Jesús, gracias por amarme tanto que tomaste toda mi culpa sobre ti. Me hiciste aceptable para el Cielo, y humildemente te pido que me salves y me hagas parte de tu familia para siempre. Yo creo en ti, Jesús. Y creo que cumplirás tu promesa de salvarme de manera instantánea, completa y por toda la eternidad. En el nombre de Jesús. Amén”.