¿Qué tienen en común un buen detective y un estudiante de la Biblia? Ambos aprenden a hacer buenas preguntas y sacar conclusiones sólidas.

Cuando los detectives llegan a una escena del crimen, primero observan. Miran a su alrededor y ven los detalles que la mayoría de nosotros pasaría por alto. Luego hacen preguntas. Por último, juntan todos los hechos para sacar conclusiones.

Cuando eres un estudiante de la Biblia, te acercas a la Escritura como un detective.

Llegas a un texto y lo miras de cerca. Buscas detalles que una lectura rápida podría pasar por alto. Haces preguntas al respecto. Lo comparas con otros versículos bíblicos. Entonces lo juntas todo para averiguar: “¿Qué significa esto para mí hoy?”

Salmo 1:1-2 dice: “Dios bendice a quienes no siguen malos consejos… Dios bendice a quienes aman su palabra y alegres la estudian día y noche” (TLA).

Para realmente recibir la Palabra de Dios en tu vida, no basta con leerla. Tienes que estudiarla, como lo haría un buen detective.

La diferencia entre simplemente leer y estudiar es simple. Cuando lees, simplemente pones tus ojos en las palabras. Cuando estudias, te involucras con las palabras. Podrías tomar notas en una libreta. Podrías utilizar una buena aplicación de la Biblia para comparar versículos. Podrías tener una mente curiosa y hacer preguntas referentes al texto.

Considera las preguntas de investigación que muchos de nosotros aprendimos en la escuela:  quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo. Esas preguntas son un buen punto de partida para comenzar a hacerse sobre la Biblia.

Ya sea que hayas estudiado la Biblia durante años o que estés empezando, una de las mejores maneras de hacerlo es con un grupo pequeño. Juntos analizarán, harán preguntas, escucharán y compartirán con otras personas. Y obtendrás información que te perderías por tu cuenta.

Si no eres parte de una iglesia local, busca una que ofrezca estudios bíblicos en grupos pequeños. Si tu iglesia no ofrece grupos pequeños, reúne a un grupo de amigos para analizar el sermón de cada domingo o para estudiar juntos un libro de la Biblia.

A medida que te conviertas en un estudiante de la Biblia, llegarás a saber lo que dice la Biblia y lo que significa. Y entonces podrás aplicarla en tu vida.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Realmente tiendes a estudiar la Biblia o simplemente la lees? ¿Cuál es un cambio que puedes hacer esta semana para convertirte en un estudiante de la Biblia?
• Las preguntas básicas del periodismo son quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo. Elige un capítulo de la Biblia, léelo y busca en él las respuestas a esas preguntas. (Si no estás seguro de qué capítulo elegir, prueba el Salmo 1, el capítulo de Esperanza Diaria de hoy).

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Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración.