“Por lo tanto, ya que Dios, en su misericordia, nos ha dado este nuevo camino, nunca nos damos por vencidos”. 2 Corintios 4:1 (NTV)
¿Sabes que Dios te ama? ¡Quizás hayas escuchado esa verdad toda tu vida!
Pero si sabes que Dios te ama, ¿sientes y reconoces el amor de Dios? Cuando dejas de creer que Dios te ama, puedes empezar a desanimarte. ¿Por qué? Porque si no crees que Dios te ama, entonces no puedes experimentar su gracia y misericordia.
La mejor manera de vencer el desánimo es recordar cuánto te ama Dios y mantenerte enfocado en esa verdad.
“Por lo tanto, ya que Dios, en su misericordia, nos ha dado este nuevo camino, nunca nos damos por vencidos” 2 Corintios 4:1 (NTV).
¿Qué es la misericordia? La misericordia es cuando Dios te da lo que necesitas, no lo que mereces. La misericordia es cuando Dios conoce todos los errores que has cometido y que cometerás, y aun así te da todas las cosas buenas de tu vida. La misericordia de Dios es lo que te mantiene en movimiento cuando te sientes desesperado, agotado o desanimado.
Muchas personas que han sido cristianas durante mucho tiempo no sienten el amor de Dios porque solo piensan que Dios les habla con voz de crítica. Pero si la voz que estás escuchando siempre es negativa, no es Dios.
Dios te hizo para amarte. El propósito número uno de tu vida no es que hagas el bien. El propósito número uno de tu vida ni siquiera es que ames a Dios.
El propósito número uno de tu vida es dejar que Dios te ame. Cuando hagas eso y experimentes su misericordia y gracia, serás libre para lograr todo lo que Él ha planeado para tu vida.
Reflexiona sobre esto:
“Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas”. Juan 13:17 (NTV) Los vientos…
You need to plant by faith, not by your feelings. Do you think that every…
“Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a…
Years ago PBS did a series of family histories of famous Americans. They wanted to…
“¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los…
To reap a great harvest, you must plant generously in faith. My wife Kay and…