Una de las más grandes pruebas de tu carácter es como tratas a las personas que tratan de servirte. Ya sea un mesero, o mesera, un oficinista, un empleado, secretaria, tus hijos, o tu esposo, como trates a los que te sirven me dice mucho de ti.
De hecho, cuando he sido involucrado en decisiones al contratar personal para la iglesia Saddleback, seguido llevo a las personas a restaurantes para ver cómo interactúan con las personas de servicio. Alguien rudo y demandante en esas situaciones tiene un tipo de carácter que no quiero como parte de nuestro equipo.
Jesús nos dice, “Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes” Lucas 6:31 (NVI). Eso puede ser la más simple pero la más importante prueba de carácter en la Biblia.
El sicólogo social Eric Hoffer dijo una vez, “La rudeza es la débil imitación de fuerza del hombre” No necesitas nada de inteligencia para ser rudo.
El mejor lugar para practicar este importante rasgo de carácter de respeto es en la casa. La mayoría de matrimonios han sido arruinados por la rudeza que por cualquier otra cosa. Cuando hacía consejería matrimonial, me sorprendía ver cuántos matrimonios terminaban por una pequeña pulla tras otra.
Con frecuencia con quien somos más irrespetuosos es con la gente que más nos importa. Conozco personas que tratan a sus familias de maneras que nunca tratarían a un extraño.
Hace algunos años, leí una noticia de una pareja que obtuvo su anulación matrimonial por la rudeza del marido. La esposa fue a la corte y clamó por una anulación ya que su esposo eructaba todo el tiempo. El juez decidió a su favor y le concedió la anulación basado en que, si el esposo realmente la amara, él no eructaría tanto. Si eso la molestaba a tal grado, él debería ser más considerado y no hacerlo.
La cortesía es amor en los pequeños detalles. Es mostrar respeto por las personas siendo amables aún en las más pequeñas áreas de nuestras vidas.
Reflexiona sobre esto:
Did you know that, when God looks at you, he loves you simply because he…
“Dios hizo todo hermoso en su tiempo, luego puso en la mente humana la noción…
You don’t become wise just because you hear something that’s wise. You’ve got to remember…
“Dios mío, tú nos diste tus instrucciones para que las obedeciéramos fielmente”. Salmo 119:4 (PDT)…
If you want to be wise, invite wise people into your life. You don’t need…
“Perseguiré tus mandatos”. Salmo 119:32 (NTV) Si hay un momento en la vida en el…