Cómo tener acceso al poder de Dios

A veces la vida te golpea con fuerza. Un diagnóstico, una carta de rechazo o el fracaso de una relación pueden derribarte. ¿De dónde sacas la energía para levantarte cuando lo único que quieres es rendirte?

Sólo hay un modo de conseguir la fuerza que necesitas para seguir adelante: Mira a Dios. Él es la fuente de todo poder duradero, y cuando te concentras en Él, te llena de su fuerza. Eso sucede cuando apartas los ojos de tus problemas y los pones en Dios.

La Biblia dice: “Hasta los jóvenes quedan sin aliento y los muchachos se dan por vencidos. Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas: emprenderán vuelo como si tuvieran alas de águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no desfallecerán” Isaías 40:30-31 (NBV).

¿Cómo “esperan en el Señor”? Adorando. Y adorar significa simplemente centrarse en Dios. Puedes adorar solo en el patio de tu casa, en la sala con un grupo pequeño, o en medio de una multitud en la iglesia. Siempre que te concentres en Dios, estarás adorando y aprovechando el poder de Dios.

El Salmo 46:10 dice: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios” (NVI). Eso significa que debes quedarte quieto, dejar de lado las distracciones y concentrarte en la grandeza de Dios, en su amor y en sus buenos planes para tu vida. Cuanto más lo hagas, cuanto más quieto estés y sepas que Dios es Dios, más restaurado, renovado y revitalizado te encontrarás.

Puede que hoy te sientas fatigado, frustrado o abrumado. Quiero invitarte a hacer una pausa, dar un paso atrás, quedarte quieto y pensar en Dios. Cuando lo hagas, estarás adorando. Y mientras adoras, el poder de Dios —el mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre los muertos— fluirá a través de ti.

Te encontrarás de nuevo de pie, ya no pensarás que tu situación es imposible, porque verás por experiencia propia que ¡Para Dios no hay nada imposible! Lucas 1:37 (RVC).

Pastor Rick


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