Cómo Superar el Desánimo
por Rick Warren — Enero 29, 2024
El desánimo es curable. Cuando me desanimo, me dirijo directamente al libro de Nehemías. Este gran líder del antiguo Israel entendió que había cuatro razones para el desánimo.
Primero, te fatigas. Simplemente te cansas como lo hicieron los trabajadores en Nehemías 4:10: “Entonces el pueblo de Judá comenzó a quejarse: «Los trabajadores se están cansando, y los escombros que quedan por sacar son demasiados. Jamás podremos construir la muralla por nuestra cuenta»” (NTV).
Los seres humanos se desgastan. No puedes quemar la vela por ambos extremos. Si estás desanimado, es posible que no tengas que cambiar nada importante en tu vida. ¡Puede que solo necesites descansar! A veces, lo más espiritual que puedes hacer es tomar una siesta.
En segundo lugar, te frustras. Nehemías dice que había escombros por todas partes, tanto que estorbaba para reconstruir el muro. ¿Tienes “escombros” en tu vida? ¿Has notado que cada vez que comienzas a hacer algo nuevo, los escombros (las frustraciones que te impiden trabajar hacia tu meta) comienzan a acumularse?
Si no lo limpias periódicamente, detendrás tu progreso. No puedes evitarlo, por lo que debes aprender a reconocerlo y deshacerte de eso rápidamente para no perder el enfoque en tus objetivos.
Tercero, crees que has fallado. El pueblo de Nehemías no pudo terminar su tarea tan rápido como se planeó originalmente y, como resultado, su confianza se derrumbó. Pensaron: “Fuimos tontos al pensar que podríamos reconstruir este muro”.
¿Pero sabes lo que hago cuando no alcanzo una meta a tiempo? Vuelvo a establecer una nueva meta, no me rindo. Todo el mundo falla; todo el mundo hace cosas tontas.
El problema no es que hayas fallado; es cómo respondes a tu fracaso.
¿Te rindes a la autocompasión? ¿Empiezas a culpar a otras personas? ¿Empiezas a quejarte de lo imposible? ¿O te reenfocas en las intenciones de Dios y comienzas a moverte de nuevo?
Finalmente, cedes al miedo. Ceder al miedo conduce al desánimo. Nehemías 4 sugiere que las personas más afectadas por el miedo son aquellas que se juntan con personas negativas. Para controlar los pensamientos negativos en tu vida, evita a las personas negativas tanto como puedas.
Tal vez estés desanimado por el miedo y digas: “No puedo con esto. Es demasiada responsabilidad”. Tal vez sea el miedo a las críticas. O crees que no mereces tener éxito. El miedo destruirá tu vida si lo dejas. Pero puedes elegir resistir el desánimo diciendo: “Dios, ayúdame a apartar mis ojos del problema y las circunstancias y mantener mis ojos en ti”.
No tienes que quedarte atrapado en tu desánimo. Pídele a Dios que te ayude a descubrir el motivo, abórdalo y comienza a avanzar con confianza.
Reflexiona sobre esto:
- Los “escombros” (las frustraciones que te impiden trabajar hacia tu meta) pueden desperdiciar tu tiempo y energía y evitar que logres lo que Dios te ha llamado a hacer. ¿Cuáles son los escombros en tu vida?
- ¿Cómo puedes reducir la negatividad que te mantiene desanimado?
- ¿Has abandonado alguna meta por desánimo? ¿Cómo puedes reenfocarte para que puedas lograr lo que Dios te ha llamado a hacer?