Imaginemos que deseas tomar en serio tu salud física. Compras un libro sobre ejercicios y le dices a un amigo, “esto va a cambiar mi vida”.

Luego, seis meses después vuelves a ver a tu amigo, pero físicamente sigues igual y le dices: “este es el libro más grandioso que jamás he leído, subrayé partes de él, memoricé secciones completas, e incluso comencé un grupo de estudio sobre el mismo”.

Pero nunca pusiste en práctica lo que el libro enseñaba, así que no te cambió a ti.

¿Te encuentras haciendo lo mismo con la Palabra de Dios? Quizás marcas tu Biblia, pero ¿dejas que la Biblia te marque a ti?

El libro de Santiago dice, “No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos” Santiago 1:22 (NTV).

Para recibir las bendiciones de la Biblia, tienes que responder a ella y dejar que te cambie.

Si no has estado practicando intencionalmente responder a la Palabra de Dios, puede ser difícil descifrar por dónde debes comenzar. Aquí hay algunas preguntas que puedes hacerte mientras lees un pasaje de la Escritura:

1. ¿Esto me muestra un pecado que necesito confesar o una actitud que necesito cambiar?
2. ¿Me está dando Dios un mandato para obedecer o un ejemplo para seguir?
3. ¿Hay una oración en este pasaje de la Escritura en la cual puedo orar por mí mismo o por otras personas?

Comienza con estas preguntas. Mientras las pones en práctica, pronto te darás cuenta de que no eres la misma persona.

Hay una traducción de la Biblia que se llama Nueva Traducción Viviente. Eso es lo que cada uno de nosotros deberíamos ser —una Traducción viviente de la Biblia. La mejor traducción de la Escritura es cuando la traduces en tu vida y dejas que te cambie.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo te ha cambiado un pasaje de la Escritura?
• ¿Qué pasajes de la Escritura has leído recientemente y luego te has alejado sin permitirles que te cambien?
• Escoge un pasaje de la Escritura para leer. Si no estás seguro dónde comenzar, ve a Santiago 1, el pasaje que estuvimos viendo hoy. Mientras lo lees, contesta las preguntas del devocional de hoy. Deja que la Palabra de Dios te cambie.

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más?
Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración.