Cómo la Cruz demuestra tu Valor

“Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios”. 1 Pedro 2:4 (PDT)

Dios dice que no sólo eres aceptado; dice que también eres valioso.

¿Cuánto crees que vales? No estoy hablando de tu patrimonio neto; Estoy hablando de tu autoestima. Nunca confundas tus posesiones de valor con tu valor como persona. Puedes ser rico o pobre, pero eso no tiene nada que ver con tu valor como persona.

Dos cosas determinan el valor en la vida:

  1. El valor es lo que alguien está dispuesto a pagar por algo.
  2. El valor depende de quién ha poseído algo en el pasado.

Basado en estas dos cosas, ¿cuál es tu valor? La Biblia dice: “Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie”  1 Corintios 7:23 (NVI).

Tú perteneces a Dios, y Jesús pagó con su vida. La Cruz prueba tu valor.

¡Nadie ha pagado nunca un precio mayor que el que Dios pagó por ti! Eres aceptado y valioso.

Pedro utiliza como ejemplo un proyecto de construcción para ilustrar nuestro valor. Dios está construyendo este edificio de piedra que representa a la Iglesia, la familia de Dios, y tú eres una de las piedras. “Acérquense al Señor Jesús, quien es la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y de mucho valor ante Dios”  1 Pedro 2:4 (PDT).

Jesús es la piedra viva. Era perfecto, pero algunas personas todavía lo rechazaban. Algunos de ustedes pueden pensar: “Si pudiera ser perfecto, entonces sería aceptado”. ¡No! Jesús fue perfecto, pero ni siquiera Él fue aceptado por todos, fue rechazado por los hombres, pero elegido y de mucho valor ante Dios.

Dios está construyendo su iglesia, pero no se encuentra en los templos o edificios de la iglesia. Dios vive en las personas, y tú eres su casa espiritual. Pedro dice que eres una piedra viva. Cuando das tu vida a Cristo, te conviertes en una parte del gran plan de Dios.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿De qué manera entender el valor como cristiano ante los ojos de Dios, cambia la forma en que te tratas a ti mismo y a otros creyentes?
  • ¿Cuál es la evidencia en tu vida que has recibido libertad que fuiste rescatado por Jesucristo?
  • Una vez que dejas de tratar de ganar la aprobación de Dios o de cualquier otra persona, ¿cómo puedes gastar esa energía compartiendo este mensaje de aceptación de Dios con otros?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.