¿Has notado que los seres humanos tenemos la tendencia a imitar las emociones de la gente con que nos relacionamos? La razón por la que hacemos esto, es por las neuronas espejo que hay en tu cerebro. Ellas te permiten simpatizar y también reflejar lo que sienten otras personas.

Por ejemplo, si alguien se enfada contigo, le respondes enfadado. Si alguien está muy deprimido y te juntas frecuentemente con esa persona, terminarás deprimido.

De la misma manera, cuando las personas te levantan la voz, generalmente contestas con un tono de voz aún más alto. Entonces ellos levantan su voz más alta y tú levantas aún más la tuya. Entonces de repente todo se incrementa y tus emociones están fuera de control.

La Biblia dice: “La respuesta amable calma los ánimos, pero la respuesta áspera aumenta el enojo” Proverbios 15:1 (PDT).

Déjame darte un pequeño consejo que te ahorrará muchos dolores de cabeza y conflictos en tu vida: Cuando otras personas levanten su voz, baja la tuya —en tu matrimonio, en la crianza de tus hijos, con tus amistades y en el trabajo. Eso se llama fuerza bajo control.

La gentileza desactiva el conflicto. Reduce la ira.

He aquí un buen versículo que vas a necesitar algún día —tal vez incluso esta semana. Eclesiastés 10:4 dice: “Si tu jefe se enoja contigo, ¡no renuncies a tu puesto! Un espíritu sereno puede superar grandes errores” (NTV).

Cuando tu jefe te ataque o tu cónyuge levante la voz con ira, es necesario darse cuenta que puede que no tenga nada que ver contigo. En lugar de ponerte a la defensiva, práctica la gentileza. Deja que tu respuesta amable desarme a la otra persona y aplaque la situación.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cuál es tu reacción normal cuando alguien levanta la voz, como cuando tus hijos se están portando mal o hay desacuerdos con tu cónyuge o tu pareja?
• ¿Por qué crees que responder gentilmente en lugar de con ira desarma tanto? ¿Por qué llama esto la atención de los demás?
• Busca maneras de practicar la mansedumbre esta semana. ¿Cómo reacciona la gente cuando les respondes con gentileza? Podrías incluso tomar notas de tus esfuerzos y sus efectos para compartirlos con tu grupo pequeño.

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.