Cómo Honrar a Dios con tu Cuerpo
por Rick Warren — Enero 17, 2024
¿Alguna vez has escuchado la palabra “santificación”? Es una palabra que significa dedicar algo para el propósito de Dios. Puedes santificar cualquier cosa. Puedes decir: “Dios, santifico este auto; te lo dedico para tus propósitos. Dios, santifico este hogar; te lo dedico para tus propósitos.
Dios también quiere que le dediques tu cuerpo. La Biblia dice: “¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo” 1 Corintios 6:19-20 (NTV).
¿Cómo honras a Dios con tu cuerpo?
Es simple: Cuidándolo.
“Santifica tu cuerpo” básicamente significa “ponerse en forma”. Si quieres que Dios te use, tienes que ponerte en forma. Porque cuanto en mejor forma estés, más energía tendrás y más Dios podrá usarte.
El Salmo 119:73 dice: “Tú me hiciste; me creaste. Ahora dame la sensatez de seguir tus mandatos” (NTV). Dios estableció los principios de la buena salud. Él no solo quiere que tengas un corazón puro. Quiere que tu cuerpo esté en forma para poder utilizarte más eficazmente.
Algunos de ustedes no están durmiendo lo suficiente y necesitan descansar lo suficiente. ¡A veces lo más espiritual que puedes hacer es tomar una siesta!
Algunos de ustedes necesitan trabajar en su ingesta de alimentos. En 1 Corintios 6:13, la Biblia compara el comer en exceso con la inmoralidad sexual: “Ustedes dicen: «La comida se hizo para el estómago, y el estómago, para la comida». (Eso es cierto, aunque un día Dios acabará con ambas cosas). Pero ustedes no pueden decir que nuestro cuerpo fue creado para la inmoralidad sexual. Fue creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo” (NTV). Es posible que nunca pienses en engañar a tu esposo o esposa, pero Dios dice que, al igual que la inmoralidad sexual, comer en exceso es un pecado contra el cuerpo. ¡Dios habla en serio acerca de querer que controles lo que comes!
Algunos de ustedes tienen una actitud equivocada hacia su cuerpo. Lo descuidas, lo rechazas (“¡Dios, quiero uno diferente!”), o tratas de perfeccionarlo (de la misma forma en que algunos culturistas adoran sus cuerpos). En cambio, Dios quiere que respetes tu cuerpo y lo protejas. ¿Por qué? Porque Dios lo creó, Jesús pagó por él y el Espíritu Santo vive en él.
Entonces, ¿cuál es tu motivación para ponerte en forma? La Biblia dice: “Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno” 1 Corintios 9:25 (NTV). Tu motivación es agradar a Dios.
Los atletas se ponen en forma solo para ganar un premio. Pero tendrás una recompensa eterna cuando aproveches al máximo lo que te fue dado y cuides tu cuerpo para que Dios pueda usarte más eficazmente aquí en la Tierra.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo te afecta no dormir lo suficiente durante el día? ¿Cómo afecta tu trabajo? ¿Tus relaciones? ¿Tu actitud?
- ¿Qué paso puedes dar hoy para implementar hábitos alimenticios más saludables?
- Cuando se trata de aptitud física, algunas personas descuidan sus cuerpos y algunas personas adoran sus cuerpos. ¿Cómo es un equilibrio saludable?