Durante la temporada navideña vas a escuchar muchas veces la palabra “paz”. Es una palabra muy poderosa, en parte porque representa algo que todos queremos. Anhelamos la paz — paz con Dios, paz interior, paz con los demás.
Y estas son las buenas noticias de Navidad: Jesús vino a la tierra para darnos esos tres tipos de paz. ¿Y cómo obtenemos esa paz?
Comienza con Jesús.
¿Cómo encuentras una paz como esta? La Biblia nos da tres pasos. Miraremos con atención esos tres pasos en los siguientes días.
Primero, necesitas un momento de claridad.
Es una experiencia transformadora que cambiará tu vida para siempre. Nunca más serás la misma persona. De pronto, ves a Dios como él realmente es, y no como siempre pensaste que era. También te ves a ti mismo como realmente eres, y no como piensas. Ves a las otras personas como son en realidad, y no como se te dijo que eran. Ves los problemas claramente. Ves tu pasado, tu presente y tu futuro con toda claridad.
La Navidad es un buen tiempo para tener ese momento de claridad.
En el relato original de la Navidad, cada persona tuvo tal momento de claridad.
Pablo escribe acerca de un momento de claridad en Efesios 1:18: “Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos” (NVI).
Dios conoce todo acerca de ti; y tú no conoces casi nada acerca de Dios. Necesitas un momento de claridad para ver lo que él ve.
Hasta que eso acontezca, no vas a tener paz en tu vida. Eso, sencillamente, no va a pasar.
La historia de Navidad nos muestra que Dios está trabajando activamente para darte un momento de claridad. ¡Mira a Dios esta Navidad!
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