“El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia” 1 Corintios 13:7 (NTV)

El amor puede ser absolutamente agotador. Que nadie te engañe. El tipo de amor que hace realmente una diferencia en este mundo exprimirá todo de ti.

A veces sientes que ya no tienes más amor para dar. Quizás estés en un trabajo donde tienes una interacción intensa con personas, como la enseñanza, las ventas o el servicio al cliente, y regresas a casa y piensas, “Simplemente no puedo enfrentar otra necesidad, otro problema, otra angustia”. Así que te apagas.

O necesitas demostrar amor a otra persona que es demandante, actúa egoístamente y nunca devuelve tu amor. Y piensas para ti mismo, “Terminé. Ya no más”.

Aunque esa es una respuesta perfectamente natural y humana, no es el estándar del amor que Dios nos pide en la Biblia. La Biblia dice, “El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia” 1 Corintios 13:7 (NTV). El amor nunca se da por vencido.

¿Cómo puedes tener esa clase de amor persistente hacia otra persona? Te recargas.

Cuando mis hijos eran pequeños, recuerdo que levé a la familia a ver un espectáculo aéreo. Era tan impresionante ver como se enganchaban en el aire un jet y un avión tanque para reabastecerse. Nunca lo voy a olvidar.

Pero ¿puedes imaginarte a alguien volando en un jet diciendo “Yo no necesito recargar combustible? El jet se estrellará e incendiará. En viajes de larga distancia, un jet necesita reabastecerse.

Para dar el tipo de amor persistente que Dios quiere que des, debes recargar tu tanque de amor. Mira a la sociedad alrededor tuyo, está llena de restos de relaciones que se estrellaron y se incendiaron porque las personas no recargaron su amor.

¿Cómo recargas tu tanque de amor? Comienza por dejar que Dios te ame. “Nosotros amamos porque él nos amó primero”. (1 Juan 4:19 NIV).  Cuando estés agotado, cansado e incapaz de imaginar de mostrar amor a alguien, recuerda que Dios te amó tanto que envió a su hijo a morir por ti.

Ahora, ese es combustible real. Eso es lo que te mantiene andando cuando quieres renunciar.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué decisiones puedes tomar esta semana que te ayudarán a recargarte y amar bien a otros?
• ¿Qué características del amor de Dios puedes ejemplificar?
• Si perdiste la fe o te diste por vencido con alguien, ¿cómo puedes demostrar amor a esa persona hoy?