Cuando estabas en la escuela secundaria, ¿había alguien en quien pensabas todo el tiempo que no te tenía en cuenta? Es difícil imaginar que alguien que ocupó tanto de tus pensamientos no pueda tener espacio para ti en su propia mente. Pero nos ha pasado a la mayoría de nosotros en algún momento, y puede ser una experiencia dolorosa.

Imagina cómo se debe sentir Dios cuando no puede llamar tu atención. La Biblia dice que Él está constantemente pensando en ti. Debe dolerle cuando no le das espacio en tus pensamientos a lo largo del día.

¡Dios quiere tu atención! Pero ¿cómo se la das? Una forma es esta: cuando oras por algo una y otra vez, le prestas tu atención.

Una de las razones por las que Dios tenía un afecto particular por el rey David es porque David le dio a Dios su atención todo el tiempo. David dijo: “Mis ojos están puestos siempre en el Señor, pues solo él puede sacarme de la trampa” Salmo 25:15 (NVI). Eso significa que David fue persistente en la oración.

Al igual que el rey David, te enfrentas a trampas inesperadas todos los días. Dios es el único que las conoce de antemano y la oración persistente es la mejor manera de alejarse de ellas.

Cuando vas por una carretera montañosa, siempre es útil poder anticipar lo que está por venir. Pero si estás atrapado detrás de un camión lento y no puedes ver alrededor de la curva, el viaje es frustrante. En ese momento, ¿qué tan útil sería un helicóptero para darte el “todo despejado” para poder pasar?

Dios es como ese helicóptero. Él puede ver lo que tú no puedes ver. Él puede ver las trampas que tendrás esta semana, este mes y este año. Si le prestas tu atención y concentración, irá delante de ti y te mostrará cómo evitar todas las trampas.

La Biblia dice: “Busquen al Señor y a su fuerza; búsquenlo continuamente” Salmo 105:4 (NTV). ¿Con qué frecuencia debes buscar a Dios? Continuamente. La oración no es algo para ser tachado de una lista. Es una conversación en curso.

Sé persistente en tu oración. Sigue buscando a Dios para obtener su dirección y ayuda. ¡No dejes de hablar con Él! Dios ama tu atención y está listo y esperando para responder a tus oraciones.

Reflexiona sobre esto:

• Tendemos a ser más persistentes en nuestras oraciones cuando estamos en un dolor profundo. ¿Por qué crees que esto es así?
• ¿Cómo es posible buscar a Dios continuamente? ¿Cuál es una forma práctica de hacer esto?
• ¿Por qué estás ansioso? ¿Cómo te ayuda el acto de la oración a darte paz sobre esa situación?

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.

Más recursos en español y en otros idiomas incluyendo ASL — Lenguaje de Signos Americano RickWarren.org.

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