Cede el Control para Vivir sin Estrés
por Rick Warren — Septiembre 19, 2023
La razón por la que te sientes sobrecargado es porque estás tratando de controlar demasiado. Piensas que todo depende de ti. “Si ha de ser, será por mí. Tengo que mantener todo en orden, tengo que hacer que todo funcione”.
Amigo, tú no eres el gerente general del universo. Cuanto mayor sea tu necesidad de controlar, mayor será tu nivel de estrés.
Jesús tiene un plan diferente para ti: “Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana” Mateo 11:29-30 (NVI).
Y tú posiblemente dirás: “Espera un minuto. ¿Tengo que hacer algo más? Eso suena como otra carga, no necesito añadir nada más a mi agenda. ¡Ya estoy cargando demasiado!”
Si no has crecido en una granja, es posible que nunca hayas visto un yugo. Un yugo es una pieza de madera que une a dos animales de granja para que se repartan la carga. Un yugo no es un arnés. Si pones un arnés a una vaca o a un caballo, éste tiene que tirar de toda la carga. Con un yugo, unes a dos o más animales para que la carga se reduzca a la mitad. Se aligera. El objetivo es que sea más fácil para el animal, no más difícil.
Cuando Jesús dice: carguen con mi yugo, te está diciendo: “Nunca fue mi intención que cargaras con todos tus problemas por ti mismo. ¡Permíteme que te ayude! Forma un equipo conmigo, asóciate conmigo y yo te ayudaré a llevar la carga”.
Si te estás sintiendo estresado en este momento, significa que no estás en yugo con Jesucristo. El estrés es una señal que indica que estás tratando de controlar las cosas y de cargar demasiado por tu propia cuenta.
Puedes ser un seguidor de Jesucristo, pero si estás sobrecargado en este momento, no estás conectado a Cristo. No estás bajo el mismo yugo con Él.
Cada vez que pierdas la conexión con Jesús, el estrés se va a subir en tu vida. Pero cada vez que te re-conectes y estés bajo el mismo yugo, Él té ayudará con la carga y la tensión disminuye.
Pensamos que el antídoto contra el estrés es escapar. El problema es que llevas el estrés contigo porque está en tu mente. Puedes sentir el mismo estrés en una playa hermosa de arena blanca o justo en medio de tus problemas en casa.
Dios dice que la respuesta es ceder el control. Cada vez que cedes el control, Dios te da tranquilidad.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué áreas de tu vida has estado tratando de controlar y te han causado estrés?
- ¿Cómo sería si cedieras todo el control a Cristo?
- ¿Cómo podrías re-conectarte con Jesús esta semana para que puedas compartir tu carga con Él?