Caminar En Comunidad Con Otros Creyentes
por Rick Warren — Junio 28, 2024
No puedes convertirte en todo lo que Dios quiere que seas sin otras personas en tu vida.
De hecho, lo primero que Dios dijo a los humanos fue esto: “«No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él»” Génesis 2:18 (NTV). Dios no está hablando solo del matrimonio en este versículo. Simplemente no es bueno para nosotros tratar de hacer cualquier parte de la vida por nuestra cuenta.
He escuchado a personas decir que la independencia total es la clave de la felicidad. Pero después de aconsejar a miles de personas, puedo decirte que eso es una tontería. La independencia completa de otros humanos no es felicidad, es soledad. Y la forma más rápida de volverte miserable, resentido, temeroso e inseguro, es fingir que no necesitas a nadie más en tu vida.
Necesitas a otros, particularmente a la familia de la iglesia, para que caminen contigo a lo largo de la vida. Una familia física no dura para siempre. Crecen, se separan y se mudan. Pero una familia espiritual, la iglesia, durará para siempre.
Aquí hay tres razones por las que debes caminar en comunidad con otros creyentes:
Es más seguro. ¿Alguna vez has tenido que caminar solo por un callejón oscuro por la noche? ¡Se siente mucho mejor cuando tienes a otras personas contigo! Cuando atraviesas momentos oscuros, es más seguro caminar con otras personas que puedan alentarte y orar contigo. La Biblia dice: “Sin liderazgo sabio, la nación se hunde; la seguridad está en tener muchos consejeros” Proverbios 11:14 (NTV).
Es de apoyo. Te impide rendirte. Si alguna vez te has preparado para un maratón, es posible que te hayas sentido tentado a renunciar porque llegaste a un punto muerto en tu entrenamiento. Pero cuando corres con otras personas, te mantienen en movimiento hacia tu meta y te brindan apoyo.
Es más inteligente. La Biblia dice: “Los que confían en su propia inteligencia son necios, pero el que camina con sabiduría está a salvo” Proverbios 28:26 (NTV). Si caminas solo, es posible que estés caminando en la dirección equivocada. Pero cuando caminas con otras personas, aprendes a escuchar, a llevarte bien y a amar.
Dios creó la comunidad como antídoto contra la soledad. Cuando compartes tu vida con la familia de tu iglesia, el desánimo y la fatiga comienzan a desaparecer.
Reflexiona sobre esto:
- Piensa en un momento de tu vida en el cual luchaste con la soledad. ¿Qué te ayudó a avanzar hacia la seguridad de una comunidad solidaria?
- ¿Por qué crees que Dios nos creó para ser mejores juntos?
- ¿Cómo te ha ayudado otro creyente a obtener una perspectiva piadosa cuando te sentías perdido y solo?