Cambiando Algo, te Cambia
por Rick Warren — Mayo 21, 2017
“Examinemos y evaluemos nuestra conducta y regresemos al Señor.” Lamentaciones 3:40 (PDT)
No puedes cambiar todo. Pero puedes cambiarte a ti mismo.
Cuando la vida parece que se cae a pedazos, saber lo que puedes cambiar – y lo que no puedes- puede hacer toda la diferencia.
No puedes cambiar tu pasado. No puedes cambiar tus padres. No puedes cambiar los dones y talentos que Dios te dio o no te dio. No puedes traer de regreso de la muerte a un ser querido.
Tal vez sea tiempo de aceptar todas estas cosas. Comenzarás a encontrar paz en medio de los problemas cuando aceptes lo que no puedes cambiar. De otra manera, te harás miserable a ti y a las personas que te aman.
Hay mucho que no puedes cambiar, pero hay algo importante que puedes cambiar: a ti mismo.
Cuando el mundo de Jeremías se estaba viniendo abajo, el escribió Lamentaciones 3:40: “Examinemos y evaluemos nuestra conducta y regresemos al SEÑOR.” (PDT)
¿Qué está sucediendo en tu vida que no está alineado con lo que Dios quiere? Depende de la forma que reacciones, las crisis pueden ayudarnos a enfocar nuestra mirada en lo que importa: Jesús.
Para reordenar tu vida a la manera de Dios, se necesitará una auto evaluación profunda. Necesitarás hacer un inventario de cada aspecto de tu vida. Necesitarás mirar tu relación con Dios, con tu esposa, con tus niños y tus compañeros de trabajo. Deberás mirar tus heridas, hábitos y cargas que puedan estar empujando tu vida hacia abajo. Nada debe quedar fuera de los límites.
No es fácil. Se puede complicar. Siempre es difícil dejar un pecado, aun cuando te esté tirando hacia abajo.
Pero no puedes encontrar sanidad de ninguna otra manera. La sanidad fuera del arrepentimiento no dura. Cuando tu mundo se cae a pedazos, tienes la tentación de lamentarte por cada área de tu vida.
Es una pérdida de tiempo. No puedes cambiar todo –pero puedes cambiarte a ti.
Y cuando tu mundo se viene abajo, eso puede significar todo.