Cambia Algo, Cambia Tú

“Examinemos y evaluemos nuestra conducta y regresemos al Señor”. Lamentaciones 3:40 (PDT)

No puedes cambiar todo. Pero puedes cambiarte a ti mismo.

Cuando la vida parece que se cae a pedazos, saber lo que puedes cambiar — y lo que no puedes — puede hacer toda la diferencia.

No puedes cambiar tu pasado. No puedes cambiar a tus padres. No puedes cambiar los dones y talentos que Dios te dio o no te dio. No puedes traer de regreso de la muerte a un ser querido.

Tal vez sea tiempo de aceptar todas estas cosas. Comenzarás a encontrar paz en medio de los problemas cuando aceptes lo que no puedes cambiar. De otra manera, serás miserable y harás miserables a las personas que te aman.

Hay mucho que no puedes cambiar, pero hay algo importante que puedes cambiar: a ti mismo.

Cuando el mundo de Jeremías se estaba viniendo abajo, él escribió Lamentaciones 3:40: “Examinemos y evaluemos nuestra conducta y regresemos al SEÑOR” (PDT).

¿Qué está sucediendo en tu vida que no está alineado con lo que Dios quiere? Depende de la forma que reacciones, las crisis pueden ayudarnos a enfocar nuestra mirada en lo que importa: Jesús.

Para reordenar tu vida a la manera de Dios, se necesitará una auto-evaluación profunda. Necesitarás hacer un inventario de cada aspecto de tu vida. Necesitarás mirar tu relación con Dios, con tu esposa, con tus hijos y tus compañeros de trabajo. Necesitarás ver las heridas, los hábitos y los problemas que te pueden hacer caer.

No es fácil, se puede complicar, pero siempre es difícil dejar un pecado, incluso cuando nos esté destruyendo.

Pero no se puede encontrar la sanidad de otra manera. La sanidad separada del arrepentimiento no va a durar. Cuando tu mundo se cae a pedazos, estarás tentado a lamentarte en cada área de tu vida.

Es una pérdida de tiempo. No puedes cambiar todo — pero puedes cambiarte a ti.

Y cuando tu mundo se viene abajo, eso puede significar todo.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué cosas de tu vida puedes cambiar ya mismo que pueden hacer un impacto positivo en tu vida y en la de otros?
  • ¿Quién puede ayudarte a que te hagas las preguntas difíciles acerca de tus prioridades, relaciones y pecados secretos, al hacer un inventario espiritual de tu vida?

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