Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él. Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar” (2 Corintios 5:18-19 PDT).

Cuando quieres reparar una relación donde hay conflicto, tienes que concentrarte en la reconciliación, no en la resolución.

¡Hay una gran diferencia!, la reconciliación significa reestablecer la relación. No significa que te vuelves a casar con tu ex. Solo significa que están en paz uno con el otro.

La resolución significa que resuelves cada malentendido, y eso nunca va a suceder. Porque la verdad es, que hay algunas cosas en tu matrimonio, tus amistades y tus relaciones de trabajo de las que nunca estarás de acuerdo, porque todos somos diferentes. Pero puedes estar en desacuerdo sin ser desagradable. A eso se le llama madurez. A eso se le llama sabiduría. A eso se le llama ser como Cristo.

Podemos tener unidad sin uniformidad. Podemos caminar mano a mano juntos sin vernos a los ojos. Mi esposa, Kay, y yo hemos estado casados por más de cuarenta años, y no estamos de acuerdo en muchas cosas. Pero caminamos mano con mano y nos aguantamos mutuamente. Estamos en paz.

Esto es lo que he aprendido de aconsejar matrimonios: Si te enfocas en restaurar tu relación, a menudo el problema se vuelve insignificante. ¿Cuántos de tus más grandes argumentos son sobre las cosas más pequeñas? Muy pocos, sospecho. Necesitas volver a enfocarte en la relación.

Hay mucho conflicto en el mundo. Está lleno de guerras, divisiones, argumentos, prejuicios, racismo y terrorismo. Y como resultado, tenemos relaciones quebrantadas. Tenemos una economía inestable. Tenemos un gobierno inestable. Tenemos matrimonios quebrantados. Y tenemos vidas y corazones heridos.

Te reto como creyente a comprometerte a ser un agente de reconciliación en un mundo lleno con conflicto. Ser un constructor de puentes, no de muros. Busca formas de reunir a las personas en lugar de separarlas.

La Biblia dice en 2 Corintios 5:18-19 “Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él. Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar” (PDT).

Si eres un seguidor de Jesucristo, tienes el ministerio de la reconciliación. Es tu trabajo salir a la sociedad y decir, “Dios ha hecho todo para que tengan una relación con él. Él ya pagó el precio por todos sus pecados. No tienes que ser su enemigo. Él no está enojado contigo. Él está enojado por ti. Reconcíliense con Dios. Estén en paz con Dios. Y luego esparzan esa paz con todos los demás”.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cuál es un punto de contención en tu matrimonio o una amistad que no has sido capaz de resolver?
• ¿Qué pasos puedes tomar para concentrarte más en esa relación y reconciliación en lugar de intentar de resolver el problema?
• ¿Cómo puedes trabajar para ser un agente de reconciliación justo donde estás en tu familia, trabajo y comunidad?