Así es cómo Dios te Mantiene en el Camino

“Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre” (Salmo 23:3 NVI).

La vida está compuesta de inicios y paradas.

Cuando salí a una caminata con un par de compañeros de nuestro personal, noté que todos teníamos inicios y paradas en el camino. Nos detuvimos a mirar algo al costado del sendero; empezamos de nuevo; revisamos los mapas del sendero; hicimos pausas para los descansos.

En tu viaje por la vida, no siempre estás caminando. Siempre incluirá inicios y paradas. De hecho, hay algunas cosas que necesitarás dejar de hacer y otras que necesitarás comenzar a hacer. Cuando sepas cuáles son, estarás preparado para ver las señales de Dios, que en su bondad ha establecido a lo largo del camino.

Si David estuviera escribiendo el Salmo 23:3 hoy, podría decir: “me guía por el camino correcto“. El Buen Pastor no solo nos alimenta. Él nos conduce. Él no sólo nos corrige. Él nos dirige.

Quizás te preguntes: “¿Por qué es tan difícil entender qué quiere Dios que haga con mi vida? ¿Por qué la voluntad de Dios a menudo parece escondida? ¿Dios juega conmigo? ¿Disfruta Dios confundiéndome? Por supuesto que no.

Dios nos ha dado una guía: la Biblia. Dios nos ha dado una brújula: nuestra conciencia. Dios también nos ha dado un consejero personal: el Espíritu Santo. Claramente, Dios quiere guiarnos por los caminos de la justicia. Esto es importante de entender, porque Dios nunca tuvo la intención de que descubrieras los pasos de su viaje sin Él.

La responsabilidad de Dios es cómo te involucra en la misión y cómo tienes éxito en tu misión. Tu responsabilidad es buscar su guía y obedecer sus instrucciones.

Reflexiona sobre esto:

• En el pasado, ¿cómo supiste si una decisión que tomaste estuvo alineada con la voluntad de Dios?
• ¿Cómo ves la voluntad de Dios de manera diferente después de leer este devocional?
• ¿De qué maneras crees que el Espíritu Santo te guía en los caminos de la justicia?