Dios te ha dado habilidades, talentos y dones únicos. En la iglesia Saddleback, usamos el acrónimo F.O.R.M.A. que representan la FORMA de una persona: Formación o dones espirituales, Oportunidades del corazón, Recursos y habilidades, Mi personalidad y Antecedentes y experiencias. Este conjunto de talentos es lo que Dios te ha dado que te hace quién eres y te distingue de otras personas.

Si crees que tus talentos son simplemente para que ganes mucho dinero, te jubiles y mueras, te has perdido del enfoque en tu vida. Dios te dio talentos para beneficiar a otros, no a ti mismo. Y Dios les dio a otras personas talentos que te beneficien a ti.

En el cuerpo de Cristo, cada parte importa. No hay personas insignificantes en la familia de Dios. Estás formado para servir a Dios, y Él quiere ver cómo vas a usar los talentos que te dio.

Ya sea que tú seas músico o contador, maestro o cocinero, Dios te dio esas habilidades para servir a los demás. La Biblia nos dice: “Cada uno debe usar cualquier regalo que haya recibido para servir a los demás, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas” 1 Pedro 4:10 (NVI).

Eres un administrador de los dones que Dios te ha dado. Pueden ser grandes o pequeños a tus ojos, pero son importantes para Dios. “Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe ser fiel” 1 Corintios 4:2 (NTV). Cuando Dios te creó, hizo una inversión en ti y espera un retorno de esa inversión.

¿Estás usando lo que Dios te ha dado para beneficio de otros para hacer del mundo un lugar mejor? ¿O simplemente estás usando esos talentos para beneficiarte?

Si Dios te ha dado un talento, quiere que lo uses. Es como un músculo. Si lo usas, crecerá. Si no lo usas, lo perderás. Si tienes un talento, pero tienes miedo de usarlo, o si eres perezoso y no lo usas para beneficiar a otros, lo perderás. Al igual que la parábola de los diez talentos en Lucas 19, si no usas lo que Dios te ha dado, Él lo quitará y se lo dará a otra persona que sí lo hará.

Pero si usas tus talentos sabiamente, Dios te dará más. Si usas tu tiempo sabiamente, Dios te dará más tiempo. Si usas tu energía sabiamente, Dios te dará más energía. Si usas tu influencia sabiamente, Dios aumentará tu influencia. Dios bendecirá tu nivel de fidelidad.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Por qué es importante entender que no hay personas insignificantes en la familia de Dios?
• ¿Cómo te beneficias de otras personas que usan los dones que Dios les ha dado? 
• ¿Dónde has visto a Dios bendecir tu vida a medida que te has vuelto más fiel usando tus dones, talentos y habilidades?

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