Antes de que Dios te Hable, Decide Decirle “Sí”
por Rick Warren — Agosto 27, 2023
Dios habla a las personas que deciden que van a hacer lo que Él les dice que hagan, incluso antes de que les diga que hacer.
Este tipo de persona dice cosas como: “Dios, si quieres que me mueva, me moveré. Si quieres que me case, me caso. Si quieres que deje este trabajo, lo dejaré. Antes de que me lo digas, mi respuesta será ‘sí’. Lo que sea que quieras que haga, lo haré”.
Lucas 8:15 dice: “Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme” (NTV).
Solía estudiar esta parábola de Jesús y pensaba que se refería a cuatro tipos de personas: los que son resistentes, los que son superficiales, los que están ocupados y los que son buenos.
Pero esta parábola en realidad representa cuatro actitudes. ¡Puedes tener las cuatro actitudes en el mismo día! En un momento piensas: “Dios, no quiero escucharte, porque sé lo que vas a decir”. Y al momento siguiente dices: “Señor, dime rápido”. Luego lo escuchas y piensas que es bueno, pero no haces nada al respecto. En otro momento tal vez la fruta comienza a aparecer en tu vida, pero luego te ocupas de tu trabajo, de la escuela o de tus hijos, y la mala hierba comienza a crecer. Y otras veces dices: “Dios, haz lo que quieras. Estoy totalmente abierto a ti”.
Dios quiere que tengas una actitud de obediencia para que puedas dar fruto, el término bíblico para tener éxito. Dios quiere que seas fructífero en tu negocio, tu familia, tus amistades, tu relación con Él, tus relaciones con los demás y tu salud.
¿Cuál es la mejor y la manera más rápida de dar fruto? Tomando lo que Dios te ha dicho y compartiéndolo con alguien más.
Otra versión de Lucas 8:15 dice: “Las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje de Dios y lo aceptan con una actitud obediente y sincera. Estos últimos se mantienen firmes, y sus acciones son buenas” (TLA).
Cuando Dios te diga algo, ¡acéptalo con un corazón obediente y luego compártelo con alguien más!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo desarrollar una actitud para decir “sí, Dios”, en la que estés dispuesto a ser obediente, sin importar lo que Dios te diga que hagas?
- ¿En qué áreas de tu vida estás dando fruto?
- ¿Con quién en tu vida puedes compartir lo que Dios te está enseñando?