No siempre entiendes lo que la Biblia dice. Pero para anclar tu vida en el sólido fundamento de la Palabra de Dios, necesitas aceptar con humildad cualquier cosa que Dios te diga.

En el versículo de hoy, la palabra “acepten” viene de la palabra griega dechomai. Es un término para hospitalidad. Significa que recibes a un extraño. Tu estás recibiendo la Palabra de Dios completamente en tu vida. Esto significa que antes de abrir tu Biblia, le dices a Dios que aceptas cualquier cosa que Él te diga. Estás de acuerdo y crees en Su Palabra, no importando si la entiendes o no.

Mira la primera parte del versículo de hoy. Con el fin de aceptar la Palabra de Dios, primero debes tener cuidado de las cosas sucias en tu vida. ¡Y limpiarlas! Ahora, esto no significa que debes limpiar tu vida antes de venir a Dios; en lugar de eso, significa que el pecado puede impedir que escuches a Dios. No puedes oírle cuando tienes algo más llenando tu mente y corazón. Tienes que hacer espacio para la verdad. Creer y aplicar la verdad que hay en la Palabra de Dios te cambiará y te hará más como Jesús.

En la Biblia, Dios a menudo compara la aceptación de su Palabra con la jardinería. Él quiere que aceptemos las semillas que está plantando en nuestra mente y corazón. Pero antes de la siembra y el abono viene el deshierbe. Antes de reunirte con Dios, debes sacar la basura emocional y espiritual de tu vida. Lo haces al confesar y al alejarte del pecado. Admites a Dios lo que has hecho que va en contra de su Palabra.

Entonces, a través de la aceptación y la confesión, Dios puede producir el fruto de la obediencia en tu vida.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Qué significa aceptar humildemente la Palabra de Dios? ¿por qué la humildad importa?
• ¿Por qué el pecado nos impide tener comunión con Dios? ¿Cómo has sentido los efectos del pecado no confesado en tu relación con Dios?
• ¿Qué quiere Dios que hagas con las partes de la Biblia que no entiendes?

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