Ama a las Personas de Corazón

“Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús”. Filipenses 1:8 (NVI)

He descubierto que si las personas no están en mi corazón, me ponen los nervios de punta. Si no tienes a tus hijos en tu corazón, te ponen los nervios de punta. Si no tienes a tu cónyuge en tu corazón, ¿adivina quién te pone los nervios de punta?

La razón por la que tantos matrimonios fracasan es porque los cónyuges están reaccionando el uno al otro desde su mente y no desde su corazón. Cuando tu esposa dice: “Me siento deprimida”, escúchala; es una situación real. Cuando tu marido diga: “No creo que esto sea lo correcto; deberíamos hacerlo de esta otra manera”, escúchalo.

El amor de corazón empieza por entender por qué alguien siente lo que siente. Haz preguntas y luego escucha. Escucha el dolor, identifica los problemas, conoce lo que provoca a tu pareja. Tienes que entender los estados de ánimo de las personas más cercanas a ti, la razón por la que actúan como lo hacen. Si te importa, estarás consciente.

¿Cómo puedes amar a personas que te resultan antipáticas, aunque las entiendas y entiendas sus estados de ánimo? “Dios es testigo de cuánto los quiero a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús” (Filipenses 1: 8 NVI). En griego, la palabra afecto es la palabra para las entrañas. En la sociedad griega, los griegos pensaban que la sede de las emociones estaba en el estómago, el hígado, los órganos internos.

Pablo estaba diciendo: “Tengo un entrañable sentimiento de amor por ti”. Eso no es un tipo de amor natural. Es un tipo de amor sobrenatural. Por eso Pablo dijo que no es de él mismo, sino que es el afecto de Cristo Jesús. El amor humano se desgasta, se seca y muere en la vid. El único tipo de amor que perdura a pesar del dolor y las dificultades en circunstancias difíciles es el amor de Dios: el afecto de Jesucristo.

Entonces, ¿cómo se consigue este tipo de amor entrañable? “Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” Romanos 5:5 (NVI). El amor de Dios no es algo que puedas crear. Es algo que el Espíritu Santo derrama en ti al dejarlo vivir en ti día a día.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo puedes describir amar a las personas desagradables? ¿Cuándo has visto demostrado ese tipo de amor?
  • ¿Cuáles son algunas formas en las que puedes escuchar mejor el dolor, identificar los problemas o saber lo que provoca a tu esposo (o a un familiar cercano)?
  • ¿Cuáles son algunas formas que puedes escuchar el dolor y entender los problemas que otras personas en tu vida pueden estar experimentando?
Síguenos en Instagram & Facebook
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.