Abre tus ojos para Servir a otros
por Rick Warren — Julio 28, 2019
“No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás” (1 Corintios 10:24 NTV).
Si quieres servir a las personas a través de un ministerio necesitas ir más despacio para poder observar el mundo. Esto te ayudará a sensibilizarte ante las necesidades de las personas.
Existe una gran variedad de opciones para viajar si quieres recorrer un país. El avión, si bien te permitiría llegar rápido a destino, no te daría demasiada oportunidad de conocerlo y vivenciarlo. Podrías optar por viajar en automóvil o en tren, los cuales te darían la posibilidad de apreciar mucho más. Pero si lo que realmente quisieras fuera sacarle el mayor provecho a tu viaje, caminarías.
Esto es así, porque mientras más lento va uno, mejor puedes ver.
La Biblia dice: “No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás” (1 Corintios 10:24 NTV). Pídele a Dios que te conceda un radar espiritual para detectar personas a tu alrededor que estén sufriendo emocional, espiritual o físicamente.
Tal vez naciste con este don e inmediatamente puedes sentir cuando la gente que te rodea se encuentra en necesidad. Esto no quiere decir que seas más espiritual que los demás; sino que simplemente esa es la forma en la que has sido hecho.
Desafortunadamente, esta característica no es común a todas las personas. Algunos de nosotros sufrimos de algo similar al “Trastorno de Déficit de Atención” (TDAH) espiritual. Es muy fácil distraerse. Es fácil concentrarse en cumplir las tareas y ser insensible ante lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Pero si te importa, te darás cuenta de lo que sucede. Estar atentos a las necesidades de otras personas no siempre es algo fácil, en especial cuando estás ocupado y con una agenda sobrecargada. Sin embargo, es una parte importante de nuestro servicio a quienes sufren necesidad. Dios quiere que ayudemos a otros. Pídele que te muestre esos momentos en que estas enfocando tu atención en las cosas equivocadas y de esa manera puedas quitarlas de tu lista de tareas.
Reflexiona sobre esto:
- ¿A qué personas que ves a diario, te resulta a veces más difícil prestarles atención?
- Cuando mantienes tus ojos abiertos, ¿qué oportunidades nuevas ves para ayudar a aquellos en necesidad?
- ¿Por qué ignorar las necesidades de otros es una manera de ignorar a Dios?
- ¿De qué manera sencilla podrías ajustar tu agenda para que no estés tan sobrecargado o “demasiado ocupado”, que no puedas darte cuenta de las necesidades de los que te rodean?