¿Qué estás haciendo para fortalecer tu fe? Aquí hay algunos hábitos que te pueden ayudar a crecer en esta área:

Estudia la Biblia. Necesitamos hacer su Palabra una parte de nuestras vidas. La Palabra de Dios es divinamente inspirada, y te ayudará a estar completamente equipado para todo lo que Dios quiere que hagas.

Ten un tiempo devocional. ¿Cómo estás teniendo tu devocional? Si esa pregunta te induce culpa, tal vez estás intentando tener un tiempo devocional como alguien te enseñó hace mucho tiempo, pero el método que te enseñaron no cumple la forma en la que Dios te formó. ¿Qué puedes hacer para tener algo de tiempo diario en la Palabra de Dios?

Lee libros cristianos. Hazte un favor, y aprende todo lo que puedas. Sigue alimentando tu alma con lo que otros creyentes tienen que decir. Si todo lo que yo hago es estudiar la Biblia por mi cuenta y no escucho lo que otros cristianos tienen que decir al respecto, no voy a obtener la sabiduría y experiencia de otros creyentes.

Mantén fresco tu testimonio. ¿Qué está haciendo Dios en tu vida? ¿Cuándo fue la última vez que escribiste tu testimonio? Si lo escribes, Dios te dará la oportunidad de compartirlo. Cuando compartes tu testimonio con otros, eso fortalece tu fe.

Se fiel asistente con un grupo pequeño de creyentes. La Biblia dice, “anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo”. (1 Tesalonicenses 5:11 NVI). Estamos en un maratón de fe, y necesitamos correr juntos. Necesitamos apoyarnos y animarnos con otros creyentes.

Reflexiona sobre esto: