Dios Multiplica todo lo que le Des
por Rick Warren — Diciembre 18, 2017
“Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo. . . Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde”.Si le das a Dios tu tiempo, él lo multiplicará. Si le das tu dinero o energía, él multiplicará también eso. Como hemos mencionado aquí antes, es como plantar semillas. Los granjeros saben que las semillas deben ser sacrificadas al ser enterradas en la tierra; deben dejar todo para bien.
Si conservas una semilla en un costal, no hará nada, pero si la plantas, se multiplicará. Por ejemplo, cuando plantas solo una semilla de sandía, obtienes varias sandías con cientos de semillas en ellas. De la misma manera, Dios multiplica lo que le entregues.
¿Cuál es el ingrediente principal en la siembra de la semilla? Fe.
Pero tenemos que entender la diferencia entre fe y negociación. La negociación es cuando dices, “Dios, ayúdame a cerrar este trato y te daré parte de ello”. Dios no trabaja de esa manera. Dios pide fe. Él quiere que primero sacrifiquemos, sin preocuparnos sobre si obtendremos algo a cambio; Él quiere que le permitamos decidir como recompensarnos.
Una de las más grandes lecciones que Kay y yo hemos aprendido, es que no puedes ganarle a Dios en cuestión de dar. Lo que le des a Dios, él lo multiplicará. En tres ocasiones diferentes en nuestro matrimonio, Dios nos pidió dar todos nuestros ahorros. Cada vez obedecimos, y cada vez, Dios restauró nuestras finanzas mejor que nunca antes.
Jesús nos hizo esta promesa en Malaquías 3:10: “Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo. . . Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde”. (NVI).
Y en todas partes en la Biblia, leemos esto: “Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano”. 1 corintios 15:58 (NVI).
Reflexiona sobre esto: