Aprendimos ayer que, al final de cuentas, tu identidad está basada en tus elecciones. Aquí hay cinco decisiones ganadoras que puedes hacer para ayudarte a determinar tu destino:

Tienes que elegir cuanta bendición de Dios recibirás en tu vida; Él sólo está esperando a que uses tus elecciones. Nunca es demasiado tarde para cambiar. Cuando haces esas cinco decisiones ganadoras, Dios te da la oportunidad de salir ganando.

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Has esta oración hoy —

“Amado Dios, hay algunas cosas que me has dado, y que la vida me ha dado y otras que otros me han dado, que no me agradan. Pero te agradezco por los recursos. Gracias por hacerme a tu imagen y que tengo libre elección. Hoy, en tu poder y en tu fuerza, elijo estar más saludable. Yo elijo hacer las cosas que me darán más energía y una mente, cuerpo y emociones más saludables. Señor, yo elijo construir relaciones más saludables. ¡Estoy aterrado!, pero voy a aceptar el riesgo de construir relaciones nuevas y saludables. Quiero que el amor sea mi meta más alta; quiero que mi vida esté construida en amor”.

“Dios, elijo confiar en ti sin importar las circunstancias. ¡Te alabaré no importa lo que pase! Confiaré que cada detalle de mi vida está siendo operado para bien. Señor, elijo controlar mis pensamientos -ya no más basura. Ayúdame a llenar mi vida con memorias positivas y la palabra de verdad. Sobre todo, Jesús, te elijo como mi salvador. Necesito tu salvación, pero también necesito que me salves de mí mismo. Necesito que me ayudes a reorganizar mi cuerpo, mi corazón, mi mente y mis relaciones de tal manera que el resto de mi vida sea lo mejor de mi vida. Hago esta oración en tu nombre. Amén”.