La Conexión entre la Generosidad y la Comunidad
por Rick Warren — Octubre 30, 2024
Cuando somos generosos con los demás, nos acercamos más los unos con los otros y eso crea comunidad.
Alguien de mi iglesia me envió una carta una vez que decía: “Mi vecino me preguntó si podía tomar prestado mi escalera, y le dije que por supuesto. Más tarde me enteré que él ya tenía una. Él no necesitaba pedir prestada mi escalera; él sólo la utilizó como una forma de construir nuestra relación. Cuando tomó prestadas mis cosas, me hizo sentir que me necesitaba, y me gustó esa sensación. Ahora he aprendido a hacer lo mismo con mis otros vecinos. Otro vecino tiene una aspiradora de carro, y yo la pido prestada cada viernes por la noche para limpiar mi carro con mi hijo. De hecho, ahora Roger la deja fuera para mí. Le dije a Roger recientemente que podía permitirme el lujo de comprar mi propia aspiradora, pero me gustaba la interacción de pedir prestada la suya. Roger me pidió que por favor no comprara una para mí. Aprendimos a ver la conexión entre la generosidad y la comunidad”.
La Biblia dice en Mateo 6:21, “Donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón” (PDT). En otras palabras, en todo lo que pongas tu tiempo, dinero y energía, es lo que va a atraerte más. Así que cada vez que soy generoso contigo o con los pobres o con alguien conocido, ahí es donde mi corazón tiende a estar. Cada vez que me doy a Dios, mi corazón está más cerca de Dios. Y cada vez que te doy a ti, mi corazón se acerca más a ti.
Los primeros cristianos eran famosos por su generosidad. Hechos 4:32 nos dice que “la congregación de los creyentes tenía un solo corazón y alma… todas las cosas eran de propiedad común” (LBLA). Eran una familia. Además, la participación fue voluntaria. No era el comunismo. El comunismo dice: “Lo que es tuyo es mío, y yo voy a tomarlo”. El cristianismo dice: “Lo que es mío es tuyo, y voy a compartirlo contigo”.
Como padre, ¿te gusta ver a tus hijos compartiendo con los demás? Por supuesto que sí. Una de las principales lecciones de la vida es aprender a compartir. Cuando veas que tus hijos no son egoístas, tú serás muy feliz por eso.
¡Dios es de la misma manera! Cuando Dios nos mira y ve que somos generosos con los demás, Él dice, “¡Ese es mi muchacho! ¡Esa es mi niña! Están haciendo lo que quiero que hagan, “porque Dios es generoso, y Él quiere que lleguemos a ser como Él. La generosidad crea comunidad.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Dónde dirías que está tu tesoro? ¿Dónde dirías que otras personas tienen su tesoro?
- ¿Por qué es difícil para nosotros como adultos compartir con los demás, especialmente nuestro tiempo?
- ¿Cuál es tu motivación cuando eres generoso?