Tres Cosas que Pueden Impedir que Escuches a Dios
por Rick Warren — Agosto 26, 2023
No puedes escuchar a Dios si tu mente está ocupada con otros pensamientos o asuntos, especialmente preocupaciones, planes y actividades. Si siempre estás escuchando la radio o viendo la televisión, es difícil escuchar a Dios cuando te llama. Para escuchar a Dios, tienes que eliminar las distracciones.
Jesús dice en Lucas 8:7, “Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron” (NVI).
En esta historia que Jesús nos describe, las semillas se plantan y comienzan a crecer, pero las semillas están en un suelo infestado de malas hierbas. Entonces, a medida que la planta crece, la maleza crece a su alrededor. La cizaña ahoga la vida de la planta, y nunca da fruto.
Esto es lo que Jesús dice que es el significado de Lucas 8:7: “La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran” Lucas 8:14 (NVI).
Aquí te presento tres cosas que pueden ahogar el crecimiento espiritual en tu vida y evitar que escuches a Dios:
Preocupación. Las preocupaciones son malas hierbas. Cuando estás preocupado por los problemas y las presiones de la vida diaria, es más difícil escuchar a Dios.
Riqueza. ¿Estás tan ocupado ganándote la vida que no haces una vida? Trabajar para pagar facturas por cosas que no necesitas, para salir de deudas innecesarias o para ganar más dinero del que realmente necesitas puede impedir tu crecimiento espiritual.
Placer. No hay nada malo con el placer, pero ten cuidado de no estar tan ocupado persiguiendo la diversión que pierdas a Dios y sus planes para tu vida.
¿Sabes lo que siempre es cierto de las malas hierbas? No tienes que cultivarlas. Crecen automáticamente. De hecho, las malas hierbas son un signo de abandono. Si ves malas hierbas en tu patio o jardín, significa que no lo estás cuidando.
Es lo mismo con tu vida espiritual. La mala hierba en tu vida espiritual muestra que estás descuidando el tiempo con Dios.
Pasa tiempo cada día cuidando tu jardín espiritual. Arranca la cizaña tan pronto como aparezca para que no se apodere de la buena obra que Dios quiere hacer en ti.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo luchas con la “mala hierba” de la preocupación, las riquezas y el placer?
- ¿Cómo puedes eliminar esas malas hierbas de tu vida?
- ¿Tienes un tiempo a diario a solas con Dios? Si no lo tienes aún, ¿Qué puedes cambiar en tu vida para dedicar un tiempo a diario a solas con Dios?