Fe es algo más de lo que sientes. Muchas personas confunden las emociones y los sentimientos con la fe. Ellos vienen a la iglesia y son movidos emocionalmente, son inspirados, y estimulados. Pero eso no significa que están caminando en fe.

La Biblia dice que fe es algo que hacemos, no solo algo que sentimos. En otras palabras, la fe, no es simple sentimentalismo. Digamos que salgo a la calle y veo a alguien que no tiene hogar, un indigente. Veo que esta persona tiene hambre, frío y necesita ropa y albergue. ¿Mostraría una gran fe si sigo caminando y digo, “¡Anímate, no te preocupes; alégrate!, ¡siéntete mejor! ¡pon buena cara!”?

No se requiere mucha fe para hacer eso. La fe produce compasión. La fe dice, “haré todo lo que esté a mi alcance para aliviar tu dolor”. A lo largo del Nuevo Testamento, los testigos decían que Jesús fue movido con compasión hacia las personas. Jesús demostró que la fe es práctica.

Cuando vemos una necesidad, hacemos algo al respecto. No solo decimos rápidamente “Bien, oraré por ti”. La Biblia dice que demostramos nuestra fe con lo que hacemos. 

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Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo mostró Jesús la importancia de poner la fe en acción?
• ¿Qué nos enseña Jesús sobre la compasión que la fe genuina produce?
• ¿Cómo puedes prepararte para responder a las necesidades que encuentres?