Dios está para ti, para que tengas éxito en la vida; él te creó para un propósito y quiere que tengas éxito. Es Dios, tu Creador, quien medirá tu éxito en la vida y nadie más.

Saber que Dios está para ti cambiará tu perspectiva de la vida. Dejarás de pensar en Dios como alguien que mira hacia abajo desde el Cielo, listo para gritar: “¡Te tengo!” cada vez que hagas algo mal.

¡Esta es una muy buena noticia! Significa que no necesitas tener miedo de Dios, porque Dios está para ti.

Sin embargo, algunas personas le tienen tanto miedo a Dios que se ponen nerviosas al hablar con él. ¿Sabes por qué? Se sienten culpables, y luego comienzan a pensar: “Si me acerco a Dios, él me va a sermonear. ¡Me recordará todas las cosas que hice mal y me sentiré aún peor!”

Nada podría estar más lejos de la verdad de Dios. Jesús dijo: “No vine al mundo para condenarlo, sino para salvarlo”. En efecto, Jesús está diciendo: “No vine a regañarte; vine para salvarte”.

Si Dios está con nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?

Reflexiona sobre esto: