Una Invitación al Descanso que tanto Anhelas

En la vida se reciben todo tipo de invitaciones —a bodas, cumpleaños, graduaciones, etc. Pero ninguna puede compararse con la invitación que Jesús te ofrece hoy.

Él dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma” Mateo 11:28-29 (NVI).

Puede que estos días te sientas un poco abrumado por la vida. Sé que a mí me pasa a veces. Y por eso me encanta escuchar estas palabras de nuestro Salvador.

El antídoto contra la sobrecarga de la vida no es un plan, un programa o una prioridad. Es una persona. Jesús dice: “Vengan a mí”. No dice que vengas a un seminario, a un retiro, o incluso a la iglesia.

Cuando estás agotado y estresado, el punto de partida para el alivio es Jesús.

En la Biblia, la gente acudía a Jesús por muchas razones diferentes —buscando sanidad, necesitando sabiduría, anhelando esperanza. Quizá tú hayas acudido a Jesús por razones similares.

Pero hoy te invito a que vengas a Jesús para encontrar descanso. Él te ofrece alivio de la culpa, la preocupación, la ansiedad, el temor y todos los pensamientos negativos que te roban la paz.

Las cosas que sueles hacer para relajarte y desconectarte pueden descansar tu cuerpo, pero nunca darán descanso a tu alma. Sólo Jesús puede darte esa tranquilidad y paz interior que aligera tu carga y revitaliza tu vida.


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