Tu testimonio al mundo saldrá de tus debilidades, no de tus fortalezas.

Mucha gente lo cree al revés: piensan que el mundo está impresionado por la prosperidad de los cristianos. Eso no impresiona al mundo. ¡Lo ven en todas partes! Lo que impresiona a los no creyentes es cómo los creyentes manejan la adversidad, no la prosperidad.

Tu sufrimiento, no tu éxito, te da credibilidad. Con tu fidelidad, no con tu fama, te ganas el respeto.

El apóstol Pablo fue un experto en usar su dolor como testigo. Él escribió desde un calabozo de una prisión en Roma, “mis amados hermanos, quiero que sepan que todo lo que me ha sucedido en este lugar ha servido para difundir la Buena Noticia” Filipenses 1:12 (NTV).

Pablo usó su dolor para modelar el mensaje que Dios le había dado. Mientras estaba encadenado en prisión, escribió cartas a las iglesias que se convirtieron en parte del Nuevo Testamento.

Pablo dijo: “En todo lo que hacemos, demostramos que somos verdaderos ministros de Dios” 2 Corintios 6:4 (NTV). Eso incluye cómo manejas el dolor, el fracaso, la derrota, los problemas, los errores, el pecado y todas las cosas malas que suceden en tu vida.

No se necesita el poder de Dios para manejar las cosas buenas; cualquiera puede manejarlas bien. Se necesita el poder de Dios para soportar pacientemente.

El mundo no tiene una buena respuesta sobre cómo aguantar. Pero los seguidores de Cristo soportan con paciencia el sufrimiento, las dificultades y los problemas de todo tipo, ya que es una forma de dar testimonio de las Buenas Nuevas de Jesús.

Tu ministerio más profundo saldrá de tu dolor más profundo, y el mensaje más profundo de tu vida saldrá de tu dolor más profundo.

En cada área de tu vida en la que has tenido dolor, tienes un testimonio. ¿Cómo lo usarás para ayudar a otros a pasar de la desesperación a la plenitud de la vida en Cristo?

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Reflexiona sobre esto

• ¿Por qué crees que Dios permite que le sucedan cosas malas a los creyentes? ¿Has cambiado tu respuesta después de pensar en este devocional?
• ¿En qué experiencia dolorosa te ayudó la fuerza de Dios a soportar pacientemente?
• ¿Cómo puedes explicar el apoyo de Dios durante esa dolorosa experiencia en tu testimonio?

Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración.