Tres Efectos de un Espíritu Aprendiz
por Rick Warren — Febrero 12, 2021
Cuando estás aprendiendo a ser humilde, hay que estar dispuesto a escuchar, aprender, crecer y estar abierto a sugerencias y correcciones de otras personas.
¡No lo sabes todo, y tampoco puedes actuar como si lo supieras todo!
Aquí hay algunas razones por las que necesitas tener un espíritu enseñable y humilde:
- Serás más amable.
La Biblia dice en Proverbios 15:12, “Al insolente no le gusta que lo corrijan, ni busca la compañía de los sabios“ (NVI). El orgullo, en su raíz, es la inseguridad. Puede que tengas miedo de demostrar que realmente no sabes mucho, pero serás más amable si estás abierto a la enseñanza.
- Serás más sabio.
Proverbios 15:32 dice: “Si rechazas la disciplina, solo te harás daño a ti mismo, pero si escuchas la corrección, crecerás en entendimiento” (NTV). Las personas humildes siempre están aprendiendo porque están abiertos a la corrección. Todo el mundo es ignorante, sólo que en diferentes temas. Por eso dos cabezas son mejores que una. No tienes tiempo en la vida para aprender todo a partir de la experiencia personal. Es más sabio aprender de la experiencia de los demás. La forma de hacerlo es aprendiendo a hacer preguntas.
- Tendrás menos conflicto.
Proverbios 13:10a dice, “El orgullo lleva a conflictos“ (NTV). Este es el primer versículo que Kay y yo memorizamos después de casarnos. En realidad lo memorizamos en nuestra luna de miel, porque lo necesitábamos en nuestra luna de miel. Cada vez que discutes, puedes saber que el orgullo está levantando su fea cabeza. Pero cuando te acercas a una situación con humildad, tendrás menos conflicto en tus relaciones.
En muchos sentidos, cuando se trata de humildad, Dios quiere que seamos como niños pequeños. ¿Por qué? Porque los niños son enseñables. Están abiertos a aprender. Están ansiosos por aprender. No están a la defensiva. No dicen, “No necesito aprender a caminar. No necesito aprender a hablar. No puedes enseñarme nada sobre la lectura”.
Tienes una opción: ¿Te humillarás o vivirás en una negación arrogante y orgullosa? ¿Serás enseñable o inalcanzable? Dios está para ti, y te sostendrá mientras aprendes la humildad.
Reflexiona sobre esto:
- Cuando alguien trata de corregirte, ¿cómo sueles reaccionar? ¿Cómo tu reacción demuestra que tienes un espíritu humilde?
- Piensa en una discusión que hayas tenido con alguien. ¿Cómo demostró alguno de los dos su humildad? ¿Cómo se hizo la diferencia?
- ¿Por qué es importante seguir aprendiendo?