Sirve por Placer, no por Deber

“Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos”. Romanos 12:3b (NTV)

La Biblia dice que Dios quiere que escuches tu corazón. Él quiere que veas para que te creó, y entonces sabrás lo que Él quiere que hagas. Pero la mayoría de las personas en estos días viven una vida tan rápida que no tienen tiempo para escuchar a su corazón.

¡Tenemos que ir más despacio! Todos estamos con tanta prisa, estresados con tanto que hacer, sin darnos cuenta hasta lo último que no teníamos que hacer tanto.

Eso describe a la mayoría de las personas de hoy en América. Están corriendo sin dirección. Pero Dios quiere que disminuyas la velocidad y escuches tu corazón. Romanos 12:3b dice, “Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos” (NTV). Te sugiero que apartes un tiempo a solas con Dios y te hagas estas preguntas: “¿Qué me gusta hacer? ¿Qué sueño hacer? ¿Qué me fascina? ¿De qué puedo hablar, pensar y estudiar todo el día y no aburrirme? ¿Dónde he sido más eficiente en mi vida?

Una vez bauticé a una mujer de 80 años después de un servicio en la Iglesia Saddleback. Quería ser una anfitriona de un grupo pequeño. Eso es muy bueno ¡una anfitriona de 80 años de un grupo pequeño! Ella dijo: “Me hubiera gustado aprender hace años que servimos a Dios por placer, no por deber”.

Sería bueno que todos pudieran aprender esa verdad. Eso es lo que quiere decir F.O.R.M.A. — Formación espiritual, Oportunidades del corazón, Recursos, Mi personalidad y Antecedentes (Experiencias). Servimos a Dios por nuestro diseño y por la forma que nos moldeó. Servimos a Dios no por deber sino porque lo amamos. Porque cuando haces lo que te mandó hacer, Él recibe la gloria.

Esa es la manera de vivir. No sirvas a Dios por deber, obligación o por culpa. Sírvele por placer y gratitud. Haz una exploración cuidadosa de quién eres y del trabajo que te han dado — en otras palabras, lo que Dios te puso en la tierra para hacer.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cuál ha sido tu motivación para servir en el ministerio?
  • ¿Cómo afectó esa motivación tu actitud hacia el ministerio?
  • ¿Para qué crees que Dios te puso en la tierra? ¿Qué pasos puedes tomar hoy para servirle usando tus dones y trabajar hacia tu propósito?

Comparte Esperanza Diaria con tus amigos.