Restaurando Relaciones: Calmar la Ira con la Confesión
por Rick Warren — Agosto 24, 2024
El cuarto paso bíblico hacia la restauración de las relaciones es confesar tu parte en el conflicto.
Si en realidad quieres restaurar una relación, debes comenzar admitiendo tus propios errores o pecados. Jesús lo dijo de esta manera, para dejar las cosas más claras: “Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo” Mateo 7:5 (NTV).
Ya que todos tenemos puntos ciegos, puedes necesitar preguntarle a una tercera persona que te ayude a evaluar tus propias acciones, antes de encontrarte con la persona con quien tienes el conflicto.
También, pídele a Dios que te muestre, cuanto del problema es tu culpa. Pregúntale, “¿Soy yo el problema? ¿Estoy siendo poco realista, insensible o demasiado sensible?”. La Biblia dice, “Si decimos que no pecamos, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros” 1 Juan 1:8 (PDT).
La confesión es una herramienta poderosa para la reconciliación. A menudo la forma que manejamos un conflicto, crea una herida más profunda que el problema en sí mismo. Pero cuando comienzas a reconocer tus errores humildemente, eso apacigua el enojo de la otra persona y desarma su ataque, porque estaba posiblemente esperando que estuvieras a la defensiva.
No pongas excusas ni hagas acusaciones. Simplemente aprópiate de forma honesta, de cualquier parte en la cual hayas participado dentro del conflicto.
Acepta la responsabilidad de tus errores, y pide perdón.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles crees que son algunos pasos importantes en la auto-evaluación, especialmente cuando se trata de conflictos con otros?
- ¿Por qué es tan difícil identificar nuestras faltas y pedirle a alguien más que las identifique por nosotros?
- ¿Cómo el pedir perdón ayudó a desactivar el enojo en tus conflictos pasados?