Justicia es una palabra grande en la Biblia. Es utilizada cientos de veces. La Biblia dice que Dios ama la justicia y que Dios es justo. Dice que un día Dios va a juzgar al mundo con justicia. El Salmo 23 dice que Dios nos guía por sendas de justicia.

Así que, ¿qué es lo que significa esta palabra?

Yo la busqué en una ocasión en un diccionario teológico, y ¡había 27 páginas con la definición! Pero lo voy a reducir a dos conceptos: la justicia es una relación y un estilo de vida.

Justicia significa simplemente estar bien con Dios. Romanos 1:17 dice, “La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús”. La buena noticia es que Dios nos hizo justos consigo mismo, a través de la muerte de Jesús como pago por nuestros pecados. Debido a la muerte de Jesús, podemos tener una relación personal con Dios.

Justicia es también un estilo de vida. Significa vivir de manera justa como Dios quiere. La Biblia dice en 1 Juan 2:29, “Ya que sabemos que Cristo es justo, también sabemos que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios” (NTV).

Así que ¿por qué deberías preocuparte por estar bien con Dios? Porque es la única manera de vivir, y es el único camino al Cielo.

Cuando te desconectas de Dios, realmente no estás viviendo; sólo existes. En verdad, la mayoría de las personas en el mundo no están totalmente vivas. Sólo existen, tratando de llegar al siguiente fin de semana. Pero desconectarte de tu Creador que te hizo para un propósito, no tiene sentido.

La vida no se trata de la adquisición de cosas o de lograr objetivos. La vida se trata de conocer a Dios —quien te ama y te hizo para un propósito. Realmente no estás viviendo hasta que estás bien con Dios y tienes una relación con Él.

Justicia es también la manera de llegar al Cielo. Dios creó el cielo como un lugar para sus hijos que ama, y quiere que estés con Él para siempre. Él quiere que estés en el Cielo, pero no va a forzarte a ir al Cielo. Puedes estar desconectado de Dios aquí en la tierra, pero cuando tu vida aquí en la tierra se acabe, no tendrás una segunda oportunidad para elegir donde pasar la eternidad.

No puedes culpar a Dios, porque Él te da la opción ahora mismo para tener una relación con Él. ¡Él quiere que decidas amarlo! Y cuando lo hagas, estarás bien con Él. ¡Eso cambiará tu vida, aquí en la tierra y en la eternidad!

Reflexiona sobre esto:

• Si estás bien con Dios, ¿por qué todavía Él quiere que aprendas y crezcas en madurez espiritual?
• ¿Qué significa tener una relación con Dios? ¿Cómo lo ves en tu vida?
• ¿Cómo explicarías “justicia” en tus propias palabras a otra persona? ¿Qué diferencia ha hecho en tu vida el estar bien con Dios?

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Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.