Permanece en constante Comunión con Dios
por Rick Warren — Febrero 16, 2019
“Nunca dejen de orar” (1 Tesalonicenses 5:17 NTV).
Nunca desarrollarás una relación cercana con Dios solo atendiendo a la iglesia una vez a la semana o incluso teniendo un tiempo devocional diario. La amistad con Dios es construida al compartir todas tus experiencias de vida con él.
Por supuesto es importante establecer el hábito de un tiempo devocional diario con Dios, pero Dios quiere más que una cita en tu agenda. Él quiere ser incluido en cada actividad, cada conversación, cada problema, e incluso cada pensamiento.
Puedes estar teniendo una continua e ilimitada conversación con Dios a través de tu día, hablando con él acerca de cualquier cosa que estás haciendo o pensando en ese momento. El hábito de “nunca dejar de orar” de 1 Tesalonicenses 5:17 significa conversar con Dios cuando compras, manejas, trabajas o realizas cualquier otra actividad diaria.
Una idea equivocada muy común es que “pasar tiempo con Dios” significa estar a solas con él. Por supuesto, como Jesús demostró, necesitas tiempo a solas con Dios, pero esa es solo una fracción de tu tiempo despierto. Todo lo que haces puede ser “pasar tiempo con Dios” si él está invitado a ser parte de ello y te mantienes al tanto de su presencia.
El libro clásico de aprender cómo desarrollar una conversación constante con Dios es La práctica de la presencia de Dios, escrito en el siglo 17 por el hermano Lawrence, un humilde cocinero en un monasterio francés. El Hermano Lawrence fue capaz de convertir incluso las tareas más cotidianas –como preparar comida y lavar los platos- en actos de adoración y comunión con Dios.
La clave de una amistad con Dios, él dijo, no es cambiar lo que haces, sino cambiar tu actitud hacia lo que haces. Lo que normalmente haces para ti mismo, comienzas haciéndolo para Dios, ya sea comer, bañarte, trabajar, relajarte, o sacar la basura.
Hoy a menudo sentimos que debemos “alejarnos” de nuestra rutina diaria para poder adorar a Dios, pero eso es solo porque no hemos aprendido a practicar su presencia todo el tiempo. El hermano Lawrence encontró fácil adorar a Dios a través de las tareas comunes de la vida; él no tuvo que irse a retiros espirituales especiales.
Este es el ideal de Dios. En el Edén, la adoración no era un evento al cual asistir, pero una actitud perpetua; Adán y Eva estuvieron en constante comunión con Dios. Desde que Dios está contigo todo el tiempo, no hay lugar más cercano a Dios que el lugar donde estás justo ahora. La Biblia dice, “y un Dios y Padre de todos, el cual está por encima de todos, actúa por medio de todos, y está en todos” (Efesios 4:6 RVC).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Has deseado que pudieras “alejarte” y tener tiempo a solas con Dios? ¿Cómo puedes cambiar hoy mismo, tu actitud y postura hacia Dios para que este día tenga el mismo efecto que un retiro espiritual?
- Mientras transcurre tu día, ¿Sientes la presencia de Dios más en unos momentos que en otros? ¿Por qué?
- ¿Cuál de tus actividades diarias es más difícil de ver como una oportunidad para adorar a Dios? ¿Por qué?